Sunday, February 19, 2023

Jilali Ben Driss Zerhouini, "el Rogui".Mandos intermedios de la Harka

Estas miniaturas van a representar a esos mandos intermedios, "cabos y sargentos" en el escalafón europeo, que serán los que hagan cumplir las órdenes de los oficiales. Si os fijáis, es la misma referencia que ya utilicé hace unas semanas para mis "cabos de escuadra" rifeños, con la salvedad que en un par de miniaturas, he cambiado algunas de las armas que portan. Esas armas, las he cambiado, porque en el propio blíster, viene la posibilidad de montar algunas de las miniaturas con armas diferentes.

Con esta entrada, doy por terminada momentáneamente la parte rifeña de "La Guerra del Rif", ya os he dicho que más adelante aumentaré sus fuerzas con una segunda unidad de caballería, personajes especiales pendientes de salir y el mortero. Sinceramente, mientras escribo estas líneas, llevo ya unos días dedicados a comenzar su contrapartida, una fuerza completa de la Legión española, que me tiene totalmente absorbido y que me llevará varios meses completar. Así que esos pequeños añadidos, los iré afrontando según encuentre huecos en el que será mi proyecto estrella de 2023.

Nuevamente me desviaré de la cronología oficial del Desastre de Annual que había venido realizando en las entradas anteriores, para centrarme en un personaje muy peculiar, Jilali Ben Driss Zerhouini, más conocido como "el Rogui", que deambulo en el norte de Marruecos, en la época que nos atañe.

A finales del siglo XIX, en torno a 1890, murió el sultán de Marruecos Hassan I, dejando a uno de sus numerosos hijos, (tuvo una veintena), apenas un adolescente, como su sucesor: Abd el Aziz. Para evitar que los hermanos y algunos familiares del fallecido sultán, se levantaran en armas en un intento de arrebatarle el poder al joven, preventivamente se encarceló a buena parte de la familia real, entre ellos a uno de sus hermanos, Muley Omar Ben Mohamed, que ostentaba el cargo de jalifa de Fez.

Abd el Aziz, se reveló como un personaje excéntrico y excesivo: rápidamente se vio deslumbrado por los lujos occidentales y comenzó a coleccionar coches lujosos, carísimos relojes, creó un zoológico privado con animales exóticos, etc..., y comenzó a rodearse de numerosos asesores internacionales. Para costear el exorbitado gasto que generaban sus caprichos, Abd el Aziz, implantó un nuevo impuesto denominado "tertib", haciendo que la carga impositiva recayera en aquellas personas que tenían propiedades y ganado. Se trataba de algo novedoso, ya que nunca antes se había tratado de hacer recaer un tributo, sobre tales bienes. Eso provocó que la popularidad del nuevo sultán se resintiera mucho entre sus súbditos y empezaran a surgir partidarios de buscar un sustituto entre la extensa familia real, debía ser una persona que acreditase "baraka", una especie de suerte y protección divina, que le permitiese salir bien librado de cualquier contratiempo que se presentase.

En 1902, un oscuro personaje llamado Yilali Ben salem Zerhouini el Iusfi, que había sido secretario de Muley Omar Ben Mohamed, tío del actual sultán y jalifa de Fez, decidió jugar una baza muy arriesgada. Aprovechando la situación de descontento general y dado que era un buen conocedor de las estructuras de mando del sultanato, poseía conocimientos de primera mano de la familia real, gracias a ser buen conocedor de sus intrigas palaciegas, luchas de poder dentro del Mazjén, (la estructura de estado de Marruecos), se hizo pasar por el Muley Omar, llegando a imitar alguno de sus rasgos físicos, como el hecho de ser tuerto, de hecho si por algo era conocido el Muley omar era por su sobrenombre, "el Tuerto".

Con una personalidad arrolladora, Zerhouni, comenzó a recorrer los zocos e incrementar su número de seguidores. Al principio se le conoció como Bu Hamara, "el de la Burra", ya que a todos los lugares que iba, lo hacía montado en ese animal. Aunque no tardó en ser conocido también con el sobrenombre del "El Rogui", que significa "El Pretendiente".

Poco se conoce en realidad de sus orígenes, sí se sabe que éstos fueron humildes, pero impulsados por una gran inteligencia y por qué negarlo, una extraordinaria Baraka, pudo cursar estudios coránicos, asistir a cursos impartidos por la administración francesa radicada en la zona, donde hizo gala de una perspicacia e inteligencia, que le permitió ganarse el favor del que sería su señor y al que suplantaría: Muley Omar.

A través del matrimonio entroncó con algunas de las cabilas más poderosas, lo que le permitió hacerse con un nutrido grupo de seguidores y tomar por la fuerza Taza a finales de 1902, permitiendo que su Baraka brillara sobre sus seguidores, al derrotar a las fuerzas enviadas por el sultán. Lo que permitió que su buena estrella aumentara entre sus seguidores y ganara el apoyo de nuevas cabilas y ganando nuevos territorios para su causa. Si bien es cierto, que nada de eso hubiera sido posible, sin el apoyo inicial de los franceses, que estaban interesados en crear un clima de inseguridad y desorden en la zona, para poder afianzar su poder en Marruecos, en detrimento de la figura del sultán. Pronto se acabó esa fructífera colaboración, ya que después de la Conferencia de Algeciras, Francia e Inglaterra, decidieron el reparto de Marruecos y establecer una alianza de colaboración con el sultán, mediante la figura del Protectorado. Aunque para aquel entonces, el Rogui ya se había establecido en Zeluan y logrado la sumisión de las cabilas del sur de Melilla. España, recién llegada a la zona, a raíz de los acuerdos alcanzados en la conferencia de Algeciras, en un principio mantuvo buenas relaciones con el Rogui, debido a que controlaba los recursos mineros de las zona y el fuerte respaldo militar con el que contaba. Así pudieron tenderse vías férreas en la zona, construir infraestructuras para la explotación de las minas de hierro y plomo. El lucrativo negocio minero se pudo poner en marcha, gracias a ese acuerdo de colaboración entre el Rogui y los representantes del gobierno español en Marruecos.

El Rogui mantenía un delicado equilibrio de poder con españoles y franceses, favoreciendo la apertura de nuevas concesiones mineras, a cambio de cuantiosos pagos, que luego repartía entre sus subordinados, para que continuaran siendo fieles. Conjugaba las prebendas, con una férrea política de mano dura contra los que osaran desobedecer sus órdenes. así en 1908, cuando algunas cábilas empezaron a mostrarse levantiscas y a incomodar a las potencias extranjeras, no dudó en organizar un raid a Beni Urriaguel de más de dos mil jinetes, realizando una razzia en los territorios protegidos de las cbilas de Tensaman y Beni Tuzin, llegando incluso a amenazar con ocupar Axir, en el corazón de la cabila de los Beni Urriaguel. Tuvieron que ser los españoles, quienes intervinieran en el asunto, para frenar la mano dura de El Rogui, pues los Beni Urriaguel, estaban en buenas condiciones con ellos y los consideraban aliados suyos. Por no enemistarse con los españoles y una vez dejada clara su posición de fuerza, ordenó el repliegue de sus tropas, en un enorme error de cálculo, ya que eso fue interpretado como un claro signo de debilidad por parte de sus enemigos, que comenzaron a hostigarle en su camino de vuelta a sus dominios, perdiendo a un número cada vez mayor de seguidores, tanto por las deserciones, que por las bajas enemigas. Parecía que su Baraka declinaba y sus seguidores, comenzaron a abandonarle.

Todas las cabilas por las que pasaban les atacaban en un intento con hacerse con parte de su botín, así que con sus excasos seguidores llegó de nuevo a su alcazaba de Zeluán, donde se refugiaría. Los prebostes de la zona, hasta el momento fieles a la figura de El Rogui, pero cansados de su mano dura y deseosos de hacerse con el control de las lucrativas explotaciones mineras, que reportaban tanto dinero en concepto de sobornos de las potencias extranjeras, para poder explotarlas sin contratiempos, decidieron hacer causa común y levantarse también contra él. Rápidamente se vio confinado en su alcazaba.

En una desesperada acción, El Rogui ordenó la salida de gran parte de sus tropas montadas contra los asediadores, mientras aprovechó la distracción para volar parte del muro trasero de su fortaleza y huir con sus seguidores más fieles, logrando llegar hasta Taza. Allí sería capturado por las fuerzas del nuevo sultán, el Muley Abd el Hafid, hermano del anterior sultán Abd el Aziz, al que había depuesto.

El rogui fue transportado a Fez en una pequeña jaula, los pocos hombres de su guardia personal que fueron capturados con vida, también fueron paseados por todos los zocos y ajuares en su camino a Fez, para que la población viera que les sucedería a aquellos que se levantaran en armas contra el sultán.

El final de el Rogui también está rodeado de un halo de leyenda, pues se cuenta que el nuevo sultán, los arrojó a la jaula de los leones que había instalado su anterior hermano en palacio. No se sabe si es porque los animales estaban bien alimentados, o el estado del Rogui era tan lamentable, que los animales prefirieron no cebarse con él. De poco le valió aquel último destalle de su menguante Baraka, pues el sultán, no se dejó impresionar por el pequeño contratiempo y ordenó fusilar y quemar el cadáver de aquel farsante.

Lo cierto es que mientras El Rogui gobernó la zona sur de Melilla, lo hizo de forma despótica y con mano de hierro, pero todos los acuerdos firmados con las potencias extranjeras se cumplieron y se respetaron. Los caciques locales que llegaron tras su desaparición, fueron tanto o más crueles que su predecesor, pero no fueron capaces o no quisieron cumplir con los acuerdos de protección y fidelidad, que el Rogui sí logró respetar.

Buena caza y largas lunas.

4 comments:

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    1. Thank you very much, although I have to admit that while I was painting these miniatures, I was already thinking more about the next phase of my Rif War project than about those miniatures I was painting

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  2. Fantástico trabajo, como siempre. Y desde luego me gusta que aceptes el hecho de que el trabajo está acabado "momentáneamente". Veo que tienes las cosas claras, eso siempre es bueno...

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    1. No te creas, lo he aprendido por las malas, ningún proyecto está completo, jamás de los jamases… Siempre se cruzará algo en tu camino, que te haga pensar lo bien que quedaría si lo añades al resto. Así que he terminado por rendirme a la evidencia y dejar todos mis proyectos con el típico cartel de: “vuelvo en 5 minutos” 😅

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