Así que decidido a subsanar esa contradicción, me planteé organizar unos pequeños talleres de escenografía con los peques. Algo sencillo en lo que ellos pudieran participar y tenerlos entretenidos algunos ratitos en la situación actual en que nos encontramos. La idea era con los materiales que tengo en casa, poder hacer un par de elementos de escenografía que simulen un pequeño paso rocoso. A nivel juego me vendrán bien para usarlos para entorpecer líneas de disparo, carga, etc...
Por suerte tenía en casa un par de carteles de plástico duro de “Se vende”, siempre suelo tener alguno, ya que para usarlos como base, me parecen geniales. Suelo añadirle un par de capas de cartón para darle más rigidez al conjunto y evitar que se comben. Una vez que he pegado las diferentes capas con cola y he dejado secar, llega el turno de pegar las cortezas que simularán piedras y recubrir todo con pasta Das. Me salvó el hecho de tener 3 paquetes en casa, otro material imprescindible para mí a la hora de hacer escenografía.
Así se quedó después de la primera sesión de trabajo, ya que conviene dar al menos 12-24 horas de margen para que seque bien la pasta Das, antes de aplicar una capa de textura que simule el efecto de terreno. En mi caso uso el de Vallejo porque me parece que tiene una buena relación calidad precio y porque tengo fácil acceso a él a través de mi tienda habitual.
Una vez que aplicamos el efecto rugoso del terreno, nos vemos en una situación similar a la anterior, conviene dejar secar bien antes de preparar el siguiente paso. En este caso, dar una capa de imprimación antes de comenzar a pintar.
Normalmente suelo imprimar siempre con spray negro, por desgracia, en esta ocasión, tuve que hacerlo a pincel, ya que me quedaba muy poco spray negro y tenía pendiente de imprimar unos goblins. Opté por dedicar el spray a los goblins, que siempre es más delicado imprimar una mini que un poco de escenografia.
Una vez que todo estuvo seco, llegó el momento de pintar. Cubrí todo el terreno con un tono Siena de Vallejo, cuando todo hubo secado apliqué una mezcla al 50% de Siena y Amarillo desierto, que apliqué con pincel seco. Volví a aplicar un pincel seco ahora de Amarillo Desierto. Finalicé con un lavado de Agrax y un último pincel seco muy localizado de Amarillo Desierto.
Con las rocas apliqué un Gris Neutral, cuando secó bien, apliqué dos pinceles secos, el primero de Gris Pálido y el segundo Gris. Luego apliqué un lavado verde, seguido de otro de Agrax. Finalicé repitiendo un poco de pinceles secos, corrigiendo errores.
Una vez llegados a este punto, tocaba ponerse a poner césped, arbustos, matojos y flores al gusto del consumidor. Además de los típicos matojos y flores de Army Painter, recomiendo a la gente que tenga acceso a Madrid, que se acerque a Bazar Matey, tienda especializada en modelismo ferroviario, donde podréis encontrar auténticas maravillas para trabajar con escenografía.
Finalmente fueron unas 5 sesiones para sacar adelante estas piezas, si me hubiera dedicado a hacerlas por mi cuenta, seguramente en un par de días, hubiera podido dejarlas listas. Pero mi intención era hacerlas con los críos y tenerlos entretenidos, así que no me ha importado alargar los plazos en pro de hacerlos juntos.
Además de la gozada de poder compartir la experienza con los nanos, la mejor parte vino después, cuando pude comenzar a poner goblins encima y disfrutar del espectáculo...
Loz Tiralejoz de Snarkiz defienden el paso lanzando una lluvia de flechas.
Loz Acuchilladorez de Lurkz defienden con sus lanzas el estrecho paso.
Por último foto de familia para que veáis cómo quedan los dos elementos de escenografía juntos, con una horda de belicosos goblins dispuestos a defenderlos con uñas y dientes.
Espero que os haya gustado.
Buena caza y largas lunas.
Están estupendos. Transmiten sensación de naturalidad, no son las típicas colinas de juego de toda la vida. Me parece que te (os) han quedado de lujo y que son una delicia para la vista. Y las últimas fotos con las minis me dan la razón.
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