Friday, April 24, 2020

Merwyrm Forge World. Parte 2

“La noche que Tiraval convirtió la oscuridad en día, desatando su devastador fuego sobre la cima del Colmillo Roto, el pequeño y recién fundado Puerto Celeste de “Roca Viva”, quedó absolutamente arrasado.

“Roca Viva” era un enclave independiente, formado por un puñado de emprendedores, hartos de no prosperar en otros Puertos Celestes, decidieron seguir a Gulgrim Timón Audaz en aquella empresa. Embarcaron sus familias y pertenencias y con sus bajeles pusieron rumbo a aquella lucrariva bolsa de Aeter oro localizada por Gulgrim.
Tres duros años de arduo esfuerzo dieron como resultado los primeros frutos, el pequeño Puerto Celeste comenzaba a abandonar el aspecto de asentamiento provisional, sustituyendo la madera de sus construcciones, por la piedra y las obras de cantería y forja. Incluso nuevos aventureros llegaban dispuestos a empezar una nueva vida allí. No es que dispusieran de muchos bajeles, apenas una decena de Fragatas y un único Ironklaud, a pesar de todo, sus tripulantes eran todos experimentados Kharadron y la fortuna les sonreía.

El despertar del hediondo Gusano Tiraval, acabó con los sueños de los moradores de “Roca Viva”. Las primeras en dar la voz de alarma de que un mal estaba despertando en las entrañas de la montaña, fueron las veloces cañoneras, gracias a su destreza y sacrificio, que contuvieron a Tiraval hasta que buques de mayor calado pudieran venir a hacer frente a la bestia, la terrible noticia llegó al pequeño puerto celeste. Pudiendo evacuar a la mayor parte de las familias no combatientes, embarcándolas en las aeronaves de carga y transporte. Grimgul, el hijo menor Gulgrim, señor del puerto celeste, recibió el encargo de escoltar y proteger con tres fragatas las vidas de sus conciudadanos.

Gulgrim, junto a sus familiares y compañeros de tripulación, embarcaron en las restantes aeronaves y como un gran enjambre, salieron al encuentro de Tiraval. Muchos fueron los actos de valor que se produjeron en aquella aciaga jornada, pues ni los cañones, ni los arpones, parecían hacer mella en Tiraval. Una a una abatió todas y cada una de las aeronaves que estuvieron a su alcance, hasta que Gulgrim, viendo el infausto destino que alcanzaría a los pocos supervivientes, les ordenó que pusieran rumbo al punto de encuentro donde les esperaban sus familias, mientras él, a bordo del Ironclaud Tempestad Repentina, se lanzaba contra Tiraval, tratando de ensartarlo con su espolón...

Las ciénagas alrededor de Colmillo roto, se llenaron con los deshechos y restos de la encarnizada batalla. Aquello que no devoró Tiraval, sirvió de viandas para los Trolls de río y los escasos Merwyrm que allí vivían. Tanta abundancia hubo de alimento, sobre todo a raíz de que un numeroso clan Goblin decidiese hacerse con el control del maltrecho puerto celeste, que aquella zona pantanosa se acabaría convirtiendo en uno de los lugares conocidos con mayor población de Merwyrm.

Y aunque Grimgul, último de su linaje, jurara venganza sobre la memoria de sus ancestros, lo cierto es que aún no ha logrado abatir a Tiraval después de casi un siglo de implacable venganza. Asentó a los escasos supervivientes en el refugio que llamarían “El último hogar”, desde donde han continuado infructuosamente realizando los esfuerzos necesarios para saldar la sangrienta cuenta que tienen con Tiraval, así como recuperar su hogar de manos de sus actuales dueños.”

Un Merwyrm se cruza con una patrulla de Pizacharcoz y decide que la cena está servida.

Ahora tocaba la parte más delicada del pintado del Merwyrm, hacer resaltar las aletas dorsales y la cola, logrando al mismo tiempo que no desentonaran con el resto de la miniatura. Por eso opté por darle un tono que tornase desde un rojizo muy oscuro, a un anaranjado clarito. Poco a poco tuve que ir difuminando y aclarando tonos, hasta dar con el resultado final.

La receta utilizada sería la siguiente:

- Marrón Rojizo de Vallejo.
- Mephiston Red.
- Wild Rider Red.
- Troll Slayer Red.

 

El Merwym despliega sus aletas dorsales para llevar el temor a sus víctimas.

Cuando tuve esa parte lista, me dediqué a terminar los detalles de la peana que me faltaban para que estuviera lista.



Una vez que esa parte finalizó, llegaba uno de los momentos más delicados del proceso, montarlo todo sin destrozar el trabajo realizado. Me tocó retocar un par de zonas con masilla, dando apariencia de roca y de montón de detritos, para que el Merwyrm quedara bien anclado.


Con un poco de masilla modelé una piedra para anclar la zarpa delantera y un poco de lodo acumulado para la base del mástil del barco.

Ahora tocaba ponerse a trabajar en las grandes escamas y en los percebes que decoraban la miniatura. Esta parte es seguramente la más tediosa de todo el proceso de pintado. Y precisamente, la que estuvo a punto de generarme más quebraderos de cabeza, ya que a esas alturas quería finalizar el proyecto y eso me llevaba a querer trabajar rápido, con el riesgo de salirme y estropear el resto de trabajos anteriores.






El Merwyrm se encarama sobre los restos de una fragata Kharadron sepultada en las zonas pantanosas que rodean "Colmillo Roto".

Para que podáis ver el tamaño real del Merwyrm y lo podáis poner en contexto, os mostraré una foto junto a un goblin. Desde luego, con minis pequeñas, el aspecto de la bestia es abrumador.


Un despistado Goblin se ha convertido sin saberlo en la comida del Merwyrm.

Personalmente he terminado muy contento con el trabajo, el modelo es una delicia y la viñeta que genera es absolutamente maravillosa. Al igual que el el caso de Tiraval, usaré seguramente esta miniatura en varios juegos, ahora toca buscar una aventura trasfondistica donde poder hacerla coincidir.

"El pequeño pelotón de goblin se movía de forma atolondrada y apelotonada sin ningún tipo de orden ni concierto. Los empujones, gritos e insultos volaban en todas direcciones, algo que desde luego, no era lo más adecuado para la labor que tenían que realizar. Patrullar las ciénagas que rodean "Colmillo Roto".
Si bien es cierto que la animosidad de los goblins nunca ha sido muy destacable, en este caso, la lucha por permanecer en el centro de la apelotonada patrulla que se movía a lo largo de las precarias pasarelas de madera que atravesaban las numerosas zonas cenagosas, tenía un sentido muy claro, evitar estar en el estremo de las pasarelas, donde el riesgo de ser arrastrado por un Troll de río o criaturas aún más aterradoras, al fondo del cenegal para ser devorados, era bastante elvado.

Ninguno de los miembros de aquella patrulla se había ofrecido voluntario para salir a realizar aquella labor, de hecho, nadie se ofrecía voluntario para formar parte de "Loz Pizacharcoz", nombre con el que el resto de Goblins se refería a aquellos que caían en desgracia y acababan de cieno hasta la barbilla, nunca mejor dicho.

Una basta red de pasarelas, precarias torres de vigilancia y bastiones improvisados recorrían cientos de kilómetros rodeando "Colmillo Roto", era la primera línea de defensa de aquel emergente reino goblin. "Loz Pizacharcoz" dedicaban su día a día a construir y mantener pasarelas y torres de vigilancia, a realizar partidas de vigilancia y a patrullar de un bastión a otro. La esperanza de vida de los miembros de aquellas unidades era terriblemente baja, sólo los más taimadoz y aztutoz entre los suyos, eran capaz de sobrevivir..., un motivo más para que el señor de "Colmillo Roto" los destinara allí, ¿qué goblin quiere a un rival tan peligroso cerca suyo, en vez de afrontando peligros mortales a diario?. Aunque lo cierto, es que todos "Loz Pizacharcos" conocen el verdadero motivo por el que están allí, servir de alimento a los Trolls de Río y los aterradores Merwyrm, que son los verdaderos guardianes de aquellas zonas pantanosas".




Una pequeña unidad de Pizacharcoz se encuentra con un Merwyrm en una de sus patrullas.

Espero que os haya gustado.

Buena caza y largas lunas.

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