Monday, May 11, 2020

Dizoluzion. Shaman Gloomspite Gitz

Hoy le toca el turno a una miniatura que tenía muchas ganas de pintar, el Shaman Zarbag, de la caja de Beastgrave, "Los Vazilonez de Zarbag". Ya había pintado los tres arqueros y el lanzaredes de esa caja, ahora le toca el turno él.

La miniatura me enamoró desde el momento que la vi, tiene un aire alocado y desquiciado que encaja perfectamente con el espíritu de los shamanes goblins. Desde luego, para mí, han sido por trasfondo, junto con los fanáticos, las minis que más me han gustado de los goblins.

El pintado, he continuado con el esquema que estoy utilizando para el resto del ejército, es una miniatura lo suficientemente impresionante, como para destacar sin mucha zarandaja extra. Además, al llevar las setas de la peana escénica y la linterna con la pequeña fata prisionera, hace que el aspecto sea aún más impresionante.



Dizoluzión ultima el lanzamiento de su devastador hechizo.

"Toc, toc, toc...", resonaban los rítmicos golpes del bastón de Dizoluzión al caminar por entre las prietas filas de los muchachoz. Ese simple sonido llenaba hasta rebosar de temor y reverencia los corazones de los que lo conocían. Dizoluzión continuaba caminando a un ritmo constante, no necesitaba desviarse de su rumbo, un pasillo totalmente despejado se abría por delante de él, la chillona horda de goblins empujaba, mordía, arañaba o lo que hiciera falta a sus compañeros más cercanos, con tal de apartarse del camino del siniestro Shaman.

Su reputación era bien conocida, todas las miradas se veían atraidas hacia el pequeño caldero burbujeante que siempre llevaba colgado de de su hoz. De él siempre sobresalían las setas sombrero loco o las terroríficas disuelve estómagos, pero lo que dejaba fijadas todas las miradas, eran los huesos que sobresalían del pequeño caldero.
La magia que usaba Dizoluzión era el tipo de magia más brutal que conocen los goblins, la fuerza del hechizo se nutre de la propia fuerza del lanzador, o en su defecto, de las personas que están vinculadas a él. Son incontables los aprendices del viejo Shaman, que una vez consumida toda su fuerza vital, cuando ya han sido incapaces de moverse, han acabado hechos trocitos dentro del tenebroso caldero, no se sabe si para darle más sabor a las pociones del viejo hechicero, o para acabar de exprimir las últimas gotas de poder que queden en los marchitos cuerpos. El taimado Shaman elegía siempre a aquellos goblins que sólo tenían unas débiles capacidades mágicas, para que no fuesen capaces de revolverse contra él en medio de los devastadores hechizos que lanzaba y pasase a ser quien nutriese de energía, el hechizo.

Detrás de Dizoluzión, a una respetuosa distancia, le seguía un reducido grupo de aprendices, caminaban con la cabeza gacha, sin energía. Conocedores del final que les aguardaba si la batalla se prolongaba mucho y su maestro se veía obligado a exprimir su magia hasta el límite, puede que aquel día varios de ellos acabaran dentro del caldero.

Al llegar al frente de batalla, se tomó un momento para cerrar los ojos, levantar ligeramente la cabeza y olisquear la magia que ya flotaba en el ambiente..., se notaba como las energías se iban acumulando en diferentes partes del campo de batalla. Al acabar el día, tendría que buscar un nuevo puñado de aprendices para sustituir a loz que iba a dizolver..."


"Traz echaz a zu último aprendiz al caldero, Dizoluzión se dizpone a lanzar otro devaztadoz hechizo"
 
Espero que os haya gustado la nueva incorporación al ejército.
Buena caza y largas lunas.



2 comments:

  1. Pues claro que me gusta, es una pasada. Me lo estoy pasando pipa viendo cada avance de este ejército :)

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  2. Yo me lo estoy pasando de vicio según pinto las minis, buscando nuevo trasfondo para cada unidad o personaje que pinto. Con los goblins es fácil, casi cualquier locura que se te ocurra, es factible con ellos

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