Monday, May 18, 2020

Porzión, Shaman Gloomspite Gitz.

Gracias a la maravillosa caja de la segunda temporada de Shadesphire, logro añadir un nuevo Shaman a mis filas. Aunque la mini no haya sido concebida como Shaman, es lo suficientemente alocada como para pasar por uno. El pequeño brasero a la espalda, en el que cocina las terroríficas setas y hongos de los que se nutren muchos shamanes para realizar sus pócimas, así como la vara con ese humillo que le sale de la punta, dan el pego para hacer pasar la miniatura por un Shamán.




"Porzión prepara una de sus setas cuidadosamente recolectadas, lista para ser devorada, cuando el combate requiera del monstruoso vigor del que le dota".

Especialmente contento he acabado con el trabajo de las brasas y del intento de chamuscar la parte inferior de la seta que lleva ensartada en el palo de la espalda. A nivel trasfondo, Porzión será un joven Shaman, recién ascendido de entre los aprendices, sus habilidades mágicas, no son notables, pero suple esa carencia potenciando su cuerpo con setas y brebajes, para lanzarse al combate cerrado, protegido con una gruesa armadura, luchando codo con codo con las filas de lanceros. Su fuerza, descomunalmente incrementada, es capaz de hendir los escudos y armaduras más resistentes, permitiendo abrir huecos en las filas de sus enemigos, por los que se introducen las lanzas de los goblins que los rodean, llevando el caos y la destrucción al enemigo.

"Las capacidades mágicas del joven Porzión nunca fueron nada del otro mundo, apenas alcanzaba para lograr convocar una ínfima cantidad, lo justo, para ser consciente de que existían las energías mágicas en el mundo que le rodea. Tuvo la desgracia de que precisamente, esa falta de capacidades, hizo que el viejo y despiadado Shaman Dizoluzión, se fijase en él, como un mero odre de energía que vaciar en favor de lanzar sus devastadores hechizos.

Sin embargo, con lo que no contaba el viejo Shamán, es que su joven aprendiz, no tenía ninguna intención de acabar dando sabor con sus huesos al caldero de aquel vejestorio. Algo más fuerte y veloz que la media de los enclenques aprendices de los que se rodeaba el viejo Shamán, Porzión rápidamente fue consciente de que si quería sobrevivir, su única opción era ser más rápido que el resto de sus compañeros. Por ese motivo, cada vez que intuía que su despiadado maestro necesita recurrir a las energía vitales de sus acólitos, su cuchillo estaba presto para sujetar a una desprevenida víctima y ofrecérsela a su maestro.

Esa eficiencia hizo que Dizoluzión comenzara a recelar rápidamente de su joven aprendiz, ¿cuánto tiempo pasaría antes de que el cuchillo que se usaba para ofrecer compañeros a su caldero, no acabara incrustado en su espalda mientras dormía. Por ese motivo, decidió que aquel joven debía recibir una rápida y muy rudimentaria formación, la justa para poder demostrar que podría formar parte de las filas de los shamanes goblins. Como sus capacidades eran tan pobres, decidió formarle en el uso de las setas y hongos más potentes que permitieran explotar sus mejores capacidades: fuerza y velocidad.
Desde el día que logró ser aceptado entre las filas de los shamanes, el joven Porzión, se ha hecho un nombre entre los regimientos a los que ha ayudado en combate. Su presencia siempre es bien recibida, ya que el joven Shamán lucha en primera línea de combate, abatiendo poderosos enemigos capaces de acabar con la vida de varios de ellos. Siempre es bueno tener a un tipo así de tu lado.

Así que aquella mañana, cuando las primeras luces del día comenzaron a disipar las brumas nocturnas, y los madrugadores rayos del sol matutino se reflejaron en las lanzas de sus enemigos, Porzión comenzó a avivar su pequeño brasero y a ensartar una serie de pequeñas setas que llevaba cuidadosamente envueltas en los diferentes saquitos que colgaban de su cinturón. Cuando el enemigo se acercase a sus filas, no podría imaginar la devastación que aquel pequeñajo podría desatar con cada uno de sus golpes..."


"Absolutamente imbuido de poder, Porzión se dispone a descargar un fatídico golpe con su bastón"

Y con éste, ya llevo tres shamanes que puedo añadir a las filas de mi horda goblin. Y espero que no sea el último, a ver si encuentro algún modelo que me guste, no me cansaré de pintar a esos alocados tipejos.

Buena caza y largas lunas.


2 comments:

  1. Fenomenal. Todas estas minis tienen carisma, cierto, pero es que con ese esquema y esa técnica estás consiguiendo que queden únicos. Sigue, sigue, me encanta todo.

    ReplyDelete
  2. Lo siguiente que está al caer le dará un poco de músculo a “miz muchachoz”, no sólo de puñaladas traperas viven los Goblins, jajaja

    Y tengo que ponerme en serio a tratar de hacer foto de familia y que se vea todo lo que llevo ya pintado.

    ReplyDelete