Monday, August 24, 2020

Bernard de Gui, por la Fe imperial. Misioneros de Necromunda 2

"Si alguna vez Necromunda engendró un Predicador Imperial digno de ser conocido en el Imperio de los Hombres, sin duda alguna ese fervoroso seguidor del Emperador fue Konrad Von Marburg, defensor de Necromunda frente al levantamiento del culto del "Gusano Primigénio", o responsable de la "Purga de los heréticos Cataray", que propugnaban el renacimiento del sagrador Emperador en la figura de su líder.

Por desgracia, su pronta muerte, a manos de un psíquico renegado, fue una gran pérdida para la sagrada cruzada del Emperador. Por suerte, sus desvelos y fervorosa devoción al Emperador, encontraron continuación en la labor que seguirían desarrollando sus tres acólitos más destacados: Bernard de Gui, Nithard de Mendoza y Bencomo Arzamendi.

A la muerte de su maestro, sus tres devotos seguidores, decidieron rechazar la oferta de la Eclesiarquía de poder integrarse en el organigrama oficial de esta poderosa institución y medrar a su costa, en pos de seguir la fervorosa luz del Emperador, luchando contra las abominaciones que desean hacer descarriar su mangna obra.





Bernard de Gui, era el más viejo de los tres discípulos, incluso superaba en edad al propio Konrad, ya que cuando Bernard le conoció, él era un acomodado archiprelado de la diocesis de la Rosa Espinada. Atribulado por el fervor de Konrad y por sus inflamados sermones llamando a combatir la herejía de los impíos sin descanso, Bernard decidió dejar su vida de lujos y seguir al que consideraría desde ese día, su mentor.

A la muerte de su venerado maestro, Bernard decidió continuar empuñando el estandarte devocionario de Konrad, lleno de plegarias de batalla y honores de combate, que había estado portando desde el día que se unió a su sagrada misión. Junto a tan venerable objeto, imparte justicia con la escopeta de su mentor, la conocida "Expiación".

Más de una década ha pasado desde que empezó a recorrer en solitario la senda del Predicador, desde entonces, muchos impíos y herejes han caído bajo su inquebrantable fe. Es una vida solitaria, aunque en ocasiones, cuando su peregrinar le obliga a enfrentar pruebas que superan su capacidad, puede contar con el concurso de sus dos viejos camaradas..., entonces, nada puede parar la furia del Emperador en los sórdidos fondos de Necromunda".





Aquí tengo a mi segundo Predicador Imperial terminado, otra de las miniaturas del viejo catálogo de GW por el que siempre he sentido absoluta debilidad. Esta miniatura, representa a "Uriah Jacob" en el Codex de Hermanas de Batalla, aunque por mi parte he decidido darle un nuevo trasfondo y entrelazar las tres minis que tengo de los predicadores, dotándoles de un pasado común y algo que les una de cara a posibles escenarios y campañas que puedan ir surgiendo, (posibles levantamientos de cultos genestelares, aparición de cultistas del Caos, etc...).
A nivel de juego, aunque se les puede considerar mercenarios y habrá que pagar su coste en puntos, no aceptan vender sus armas por simple dinero, solo los pondré en mesa si hay un rival lógico contra el que puedan jugar, los tres discípulos sólo se guían por la devoción al Emperador y su lucha va enfocada contra sus enemigos, nunca se inmiscuirán en futiles luchas de pandilleros, a no ser que ello les permita elimiar a un enemigo de su sagrada causa.

Reseñar que lo que más problemas me planteó a la hora de finalizar la miniatura, era dotar de entidad el estandarte de la miniatura, no encontraba la solución y andaba dándole vueltas a la posibilidad de poner una calca de Caballero Imperial y finiquitarlo por la vía fácil. Gracias a los consejos de algunos amigos, decidí darle una vuelta y acabar pintando el estandarte como podéis ver en las fotos. Muchas gracias por esos consejos, gracias a ellos, el estandarte ha ganado el protagonismo que andaba reclamando.

Buena caza y largas lunas.

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