Sunday, June 26, 2022

Partida Cursed City: Los Héroes comienzan la cacería.

Reciéntemente un grupo de valientes héroes, reunidos por caprichos del destino, se embarcan en una peligrosa aventura. Cada uno de ellos, persiguen sus propios objetivos personales, para conseguirlos, deben vencer un enemigo común, Radukar y sus secuaces, que controlan con mano de hierro, sembrando el terror en la ciudad de Ulfenkarn. Bienvenidos de nuevo a Cursed City.

Aprovechando que los astros se han alineado, Edu, más conocido como Hetairoi, reclutó un grupo de jugadores para volver a entrar en Ulfenkarn y poder jugar a Cursed City. Os recomiendo encarecidamente que os dejéis caer por su blog y os dediquéis a disfrutar las maravillas que es capaz de crear. En todos y cada uno de los proyectos que emprende, logra darle una vuelta de tuerca y personalizarlo de tal manera, que hace que brillen con luz propia:

http://hetairoiwargames.blogspot.com/

A la hora de conformar el grupo de juego, elegimos los personajes, más por afinidad personal con la estética de la mini, que por los perfiles de la misma. De hecho, con la mini elegida, fue cuando nos sentamos y cada uno de nosotros consultó qué podían hacer:

- Toni quería un héroe pegón y elegió a Brutogg, el ogro. Un auténtico tanque.

- Keyan optó por Qualathis, la elfa exiliada. Buscando el ataque a distancia.

- Jorge se dacantó por Cleona, la maga del grupo.

- Por mi parte, estoy enamorado de la versión de la capitana Emelda Braskov, que Hetairoi hizo a partir de un Stormacast, Sir Robert el Bravo, un caballero errante que se ha unido al grupo, en su búsqueda del Grial y al que sus pasos, le han llevado hasta la Ciudad Maldita.

Para calentar motores y hacernos con las dinámicas de juego, Hetairoi nos propuso comenzar jugando una partida de caza. Nuestros héroes deben recorrer un tablero prefijado, con una serie de puntos de salida, por donde pueden aparecer diversos tipos de enemigos. El objetivo de esta partida, es lograr llegar al punto de extracción, acabando con al menos 6 líderes de unidad o héroes enemigos, aunque lo óptimo sería abatir 10. Para complicar aún más las cosas, los turnos van pasando y la noche se acerca, cuando eso suceda, los enemigos se vuelven más poderosos, complicándole las cosas a nuestros héroes. Éstos por su parte, si cumplen una serie de acciones, pueden inspirarse, mejorando sus perfiles.

Hetairoi, se ocuparía de actuar como máster, si bien los hostiles aparecerían y actarían en función de una serie de tablas y tiradas que se generan con el motor de juego que se ofrece en el reglamento, él decidirían cómo moverlos y ejecutar los ataques.

Los héroes, juegan en función de los perfiles de su tarjeta. Cada uno de ellos tiene la posibilidad de hacer hasta 4 acciones, siempre y cuando, no reciban heridas, que se irán acumulando restando activaciones, hasta que se logren revertirlas.


“Sir Robert el Bravo, revisaba minuciosamente las correas de su equipo, sabía que su vida dependía de él, mientras repetía con devoción las peticiones de protección a La Dama. Estaba convencido de haber recibido en sueños, una visión, donde ella le pedía acudir a Ulfentarn, La Ciudad Maldita. No podía discernir qué pretendía La Dama, pero tampoco lo necesitaba, él era un caballero errante, consagrado a la búsqueda del Grial. Allí donde recibiera su llamada acudiría.
En sus incursiones, descubrió que no estaba sólo en la exploración de la ciudad, logrando entablar amistad con un variopinto grupo de héroes y aventureros.
 
Hasta el momento se habían dedicado a dar tumbos por la ciudad, tratando de conocer los entresijos de la misma, estaban magullados, cansados, pero más decididos que nunca, a terminar la misión que les había llevado hasta allí. Acabar con Radukar y sus secuaces, liberando Ulfenkarn de sus garras.
 
- Estamos sobre el objetivo- , susurró uno de los Kharadron que manejaban el aerobajel.
 
Sir Robert asintió, terminó su plegaria devocional, comprobó por última vez que se su espada salía de la vaina sin dificultad y se colgó su escudo de la espalda, para poder deslizarse por la una escalerilla de cuerda, que les dejaría en uno de los tejados de la Ciudad Maldita, con las primeras luces del alba. Con la luz del sol, la actividad y fiereza de los esbirros de Radukar se reducía. Junto a la borda, se junto el grupo que iba a realizar aquella incursión: Qualathis la elfa exiliada, Brutogg, un ogro con poco cerebro, pero imparable en el combate, Cleona una poderosa maga y él mismo. Llevaban el suficiente tiempo juntos, para conocer sus fortalezas y debilidades, sabían de qué era capaz cada uno de ellos y qué se esperaba de todos y cada uno de ellos. Por eso no fue necesario decidir el orden para descolgarse por la escalerilla, Brutogg y él, serían los primeros en descender, para asegurarse que ninguna sorpresa desagradable, les estaba esperando, mientras sus compañeros les cubrían desde arriba. Cuando estaba pasando la borda para comenzar el descenso, el Kharadron de antes, le detuvo poniéndole amigablemente la mano en un antebrazo.
 
- Os estaremos esperando en el punto designado a la caída del sol, aguantaremos todo lo que podamos, pero si nos descubren... Mucha suerte -.
 
Robert asintió con una sonrisa de circunstancias, sabía perfectamente lo que ocurriría al caer la noche...".
 
 

A lo largo de la narración de la partida, iré utilizando esta foto como ayuda visual, para comentar cómo progresan nuestros héroes a través del tablero.
 
Turno 1:


"Brutogg y Robert comenzaron a descender del tejado en el que fueron depositados por el aerobajel, apenas estuvo un momento sobre el objetivo, antes de ganar altura y desaparecer de su vista. Mientras Qualathis se paseaba por el tejado, observando los edificios y calles aledañas, buscando posibles emboscadas.

 
Al llegar a la calle, Brutogg se detuvo en seco, el ogro tenía un olfato muy fino, y detectó algo que le inquietó. Es cierto que en la ciudad, flotaba un nauseabundo olor que lo impregnaba todo, pero algunas criaturas, lo acrecentaban cuando estaban cerca. Casi sin dar tiempo a reaccionar, una sombra gigantesca comenzó a salir de las sombras de un callejón cercano, era una mole de carne putrefacta, un congénere de Brutogg, atrapado en la No Muerte, uno de los temibles Kosargi, de la guardia ogra de Radukar.

 
Actuando por instinto, Robert se lanza contra la criatura, logrando infligirle dos heridas con poderosos tajos de su espada, al tiempo que con su pesado escudo, desviaba los lentos, aunque devastadores golpes de sus descomunales armas. La primera sangre, favorece a nuestros héroes.

Atraídos por el fragor del combate, bandadas de murciélagos chupóteros de sangre, en busca de presas fácile, se lanzan al combate, creyendo que se trata de unas reyerta con un grupo desprevenido de indefensos ciudadanos de la ciudad. Su error, les costará muy caro.


Desde la seguridad de las alturas, Cleona, lanza un grito de advertencia, para que el caballero, pueda parapetarse tras su escudo, acto seguido, convoca uno de sus hechizos más poderosos, lanzando una cegadora Bola de Devastación, que alcanza tanto al Kosargi, como a la bandada de murciélagos que le rodean y dificultan a Robert lanzar golpes precisos contra la bestial criatura. Sin dar tiempo a que se disipen los efectos del demoledor hechizo, Qualathis asetea dos bandadas de murciélagos, logrando derribar en una de ellas al líder de la bandada". 
 
Decidimos ir a por los 4 objetos misteriosos, por eso, nada más franquear las puertas del cementerio, atravesamos a la carrera la primera habitación de la izquierda, con el depósito chorreando sangre y llegamos a la segunda, que poseía un punto de aparición de hostiles. Con tal mala suerte, que nos aparecen de golpe, un Kosargi y una nutrida bandada de murciélagos. Acabamos de derribar al primero de diez líderes de unidad y el grupo aún no ha recibido castigo. El comienzo es prometedor, aunque encontrarnos de entrada con un enemigo tan poderoso, nos deja intranquilos, hay que acabar con él, lo antes posible.
 
Turno 2:

"Robert, aprovecha los valiosos momentos de respiro que le brindan sus aliadas, con los mortales ataques a distancia que han realizado, para lanzar una rápida sucesión de mandobles, que logran doblegar al Kosargi, acabando con la magia que anima su putrefacto cadáver.

Sin pararse a celebrar su victorioso combate contra tan abyecta criatura, avanza hasta el siguiente cruce, apoyando su espalda contra uno de los muros que lo delimitan y con un gesto, invita a Brutogg para que avance hasta el siguiente. Mientras su compañero pasa a su lado, no pierde de vista el oscuro callejón del que salió aquella horda de enemigos. Bajar la guardia, puede ser fatal, en aquel lugar infernal".

A la hora de movernos por el tablero, el grupo de jugadores consensuamos que el caballero y el ogro, serían los que abrirían y cerrarían el grupo, taponando entradas por las que se pudiera colar algún enemigo, turnándonos en esas posiciones, en función del desarrollo de la misma. Mientras que la elfa y la maga, más débiles en combate cuerpo a cuerpo y con peores estadísticas de salvación, nos darían apoyo desde lejos, al tiempo que realizarían las tiradas de exploración necesarias, para descubrir los objetos misteriosos. Tanto el ogro como el caballero, trataríamos de guardarnos al menos un dado de nuestro "saco de activaciones", para poder reaccionar, si salía de pronto algún enemigo por un punto de activación cercano.
 
"Un ruido rasposo, puso de nuevo en guardia al caballero, se escuchaba un entrechocar de huesos y metal. A aquellas alturas, después de varias incursiones en la ciudad, Robert sabía que aquello sólo podía significar una cosa..., la Guardia de la Ciudad atraída por la lucha, hacía su aparición.
Para atraerlos hacia él y evitar que se fijaran en sus compañeras, comenzó a golpear con el pavés del escudo uno de los muros que tenía cerca. Los esqueléticos guardas, atraidos por el estruendo, con su macrabo caminar, aprestaron las armas y se lanzaron hacia él. Intercambiñandose una lluvia de golpes, logró acabar con el esqueleto que lideraba la patrulla, aunque no sin antes recibir un par de cortes de cimitarra en el brazo de la espada.

 
Cuando se aprestaba para hacer frente al siguiente atacante, éste se desplomó con la punta de una flecha atravesándole el cráneo. Qualanthis, con Cleona pegada a sus talones, atravesaba a la carrera saltando por encima del montón de despojos de huesos y armaduras, encordando una nueva flecha en su arco y asintiendo, para devolverle el gesto de agradecimiento a Robert. Era la segunda vez, que en poco tiempo, sus acertados lanzamientos, le libraban de verse superado por mareas de enemigos".

 
En este turno, mientras el caballero acaba con el Kosargi, Brutogg corre hacia la tercera habitación, la que se encuentra en la esquina superior izquierda, allí bloquea con su mole la entrada a cualquier hostil. El caballero se queda pegada a la salida de la segunda habitación, esperando a que el resto de sus compañeros la atraviesen y guardándose un dado de reacción, por si apareciese algún hostil por aquel punto de activación, como finalmente sucedió. Aunque recibió dos heridas, haciendo que perdiese un dado de activación de cara al siguiente turno, Robert cumplió su cometido, manteniendo el camino despejado para sus compañeras. Por suerte para él, la elfa pudo ayudarle en un momento complicado, abatiendo al último esqueleto, impidiendo que recibiera más daño.

Al final del segundo turno, ya llevábamos abatidos dos lideres enemigos y habíamos avanzado una nueva habitación.

“Robert, se prepara para abandonar ese tramo que han atravesado sus compañeros”
 
Desde las sombras de los siguientes callejones, una silenciosa amenaza, surge, sin ser detectada aún por nuestro intrépidos aventureros..., Gorlav el Enterrador, ha hecho aparición.


Por si fuera poco, en otros puntos del tablero, hordas de zombies y ratas, han ido aparecieron en los dos primeros turnos y poco a poco, avanzan hacia la posición de los héroes, bloqueando su camino.



Turno 3:

"Exhausto, por los exigentes combates que acaba de vivir, Robert avanza hasta situarse a la altura de sus compañeros. Desembraza su pesado escudo y saca de su faltriquera unas vendas y frascos, con los que poder limpiar y restañar sus heridas superficiales.



Éstas no son preocupantes, pero el caballero errante, sabe que si no son tratadas a tiempo, la fatiga y la acumulación de heridas, pueden convertirle más adelante en una carga para sus compañeros. Sin mencionar que eso puede costarle la vida, si sus despiadados enemigos, hacen presa en él, debilitado y al límite de sus fuerzas".

En este turno, la acción recae sobre el resto de aventureros. Para empezar, en vez de tener cuatro activaciones, tengo sólo tres, cuando un personaje es herido, en la tarjeta de activaciones se coloca un marcador de herida. En mi caso, recibí dos heridas, por ese motivo, el marcador de herida debo girarlo y señalar que estoy seriamente herido y he decurar dos heridas. Por mi parte, avanzo hasta ponerme a su altura y tengo que gastar dos activaciones para limpiar mis heridas. He de tirar del "saco de activaciones gratuitas" que tiene el grupo de aventureros, guardando alguna activación de mi tirada, por si aparece algún nuevo enemigo, del tramo de mazmorra que acabamos de atravesar y en que hay un punto de aparición de hostiles.
La habitación que vamos a atravesar a continuación, la segunda empezando por la izquierda del extremo superior, pero lo más preocupante, es que otro tramo después, la tercera del extremo superior empezando por la izquierda, existe un nuevo punto de aparición de hostiles y ahí nos está esperando Gorlav el Enterrador.

"El siguiente tramo se encuentra sumido en la escuridad, los edificios son altos y la luz del sol aún no ilumina los rincones más oscuros de sus intrincados recovecos. Qualathis, la más ágil y veloz del grupo, se desliza sin realizar ningún ruido y comienza a adentrarse entre las sombras, el primer tramo está despejado y aunque avanza velozmente, lo hace con cautela, pues ha detectado un callejón a su derecha, del que puede surgir cualquier horror. Al llegar a una nueva intersección, se detiene alertada por unos débiles ruiditos de pisadas que cree escuchar. Apenas ha puesto un pie en ese tramo, cuando su instinto le grita que algo no va bien, instintivamente dispara la flecha que llevaba encordada y hacia el primer grupo de sombras y un horrible grito confirma sus peores temores, algo les está esperando...


Sin dar tiempo a que sus enemigos reaccionen, comienza a soltar una flecha detrás de otra, mientras retrocede aseteando una marea de ratas gigantes que sale a su encuentro. Cleona, que le sigue de cerca, desata nuevamente todo su poder, liberando el hechizo que iba preparando según avanzaba tras su compañera. La bola de luz, no sólo termina de despedazar a la primera oleada de ratas comandadas por una rata aún más grande que las demás, permite descubrir una preciensa aterradora, de la que nuestros héroes no habían sido conscientes hasta ese momento. Las sombras cercanas al punto de impacto del proyectil mágico de Cleona, se agitan y chillan de dolor, mostrando una aterradora figura que cobra forma, apartándose de la luz residual de la explosión..., es Gorlav el Enterrador, uno de los secuaces de Radukar, que ha sido alcanzado de refilón por la poderosa detonación y trastabilla hacia atrás, levemente herido".
 

Qualathis y Cleona retroceden, perdiendo casi todo el terreno que habían avanzado, hasta la posición en la que se encuentra Robert terminando de curar sus heridas, éste guarda apresuradamente su equipo de cura de emergencias y comienza a embrazarse el escudo..., pero antes de lograr hacerlo, del oscuro callejón que había detectado la elfa, aparece una marea de pestilentes y putrefactos zombies, atraídos sin lugar a dudas por Gorlav, que con paso vacilente y lento, pero incansable, se dirigen hacia nuestro héroes... Cleona se interpone en su camino, tratando de ganar tiempo para que Robert pueda rearmarse y lanzarse de nuevo al combate, aunque trata de defenderse con su vara, un grupo de zombies comienza a acosarla, lanzádole arañazos y bocados, logrando provocarle algunos cortes y magulladuras.


En ese momento, un rugido aterrador de rabia, se impone sobre el ominoso silencio y una poderosa silueta, se interpone en el camino de los retornados, Brutogg comienza a descargar su pesada maza, con amplios barridos, al tiempo que con demoledores pisotones, destroza los marchitos cuerpos de los zombies que ha derribado


Su furia es tal, al ver a sus compañeros en una situación tan comprometida, que lanza cuerpos en todas direcciones, alejándolos de sus compañeros, en un mar de golpes, hasta que las vilas criaturas son reducidas a meros despojos sin voluntad. Él sólo, a base de furia ciega y fuerza bruta, ha terminado con la márea de engendros que los acosaba.

En este tercer turno, las cosas se nos complican, Hetairoi había hecho avanzar a los hostiles que iban apareciendo en los puntos más lejanos y de pronto nos hemos visto encajonados en una habitación, siendo atacados por dos frentes, por una horda de ratas y el Enterrador por un lado y por el otro, por una horda de zombies. El cabllero estaba al límite con sus activaciones, después de curarse y poco pudo aportar al grupo en este turno. La elfa y la maga, iban a hacer frente a la horda de ratas que se acercaba y si podían, colarle algún daño extra al Enterrador. Con lo que no contábamos, es que la cercanía de éste a los zombies, les espolearían y en la tabla de acciones, nos realizaron una terrorífica carga, llegándonos al combate cuerpo a cuerpo, una posibilidad que no habíamos previsto y que nos pilló a contrapie. Con la elfa y la maga, haciendo la labor de escudos y comiéndose algunos daños. Por fortuna, el ogro no había activado y en una carga demoledora, resolvió la papeleta, acabando con todos ellos. Eso sólo nos permitiría un breve respiro, ya que una nueva marea de enemigos nos estaba cercando. Habíamos logrado abatir un jefe ratas, por lo que llevábamos tres líderes abatidos, algo que no nos servía de consuelo, visto lo apurado de nuestra situación en esos momentos.

Turno 4:

"Cleona, furiosa por verse sorprendida de esa manera, gritando palabras de poder incomprensibles para sus compañeros, se zafa de la protectora mole de Brutogg y en una rápida sucesión de zancadas, se planta frente a Gorlav y la ya menguante marea de ratas que le rodean y desata toda su ira, contra la vil criatura y sus secuaces, causándole un considerable daño a uno y otros. Antes de retroceder, golpean con su vara a las ratas más atrevidas, que creen que encontrar una oportunidad, tras el lanzamiento del hechizo de la maga. Es posible que eso la hubiera debilitado un poco, pero su rabia hierve con tal fuerza, que nuevamente blande su maza y le hace pagar caro a las ratas su error". 


La maga, logra inflingir tres heridas a Gorlav y destruye una peana de ratas. Las criaturas, cegadas por su odio a la hechicera humana, tratan de perseguirla, pero ha llegado el turno de Brutogg.


"Con poderosas zancadas, el ogro pisotea las últimas ratas mientras se lanza a la carrera contra su objetivo, el vil Enterrador, que se recorta entre las sombras de más adelante, mientras trata de huir trastabillando, seriamente herido por los hechizos de Cleona. Un único y certero golpe, es suficiente para lanzar al esbirro contra las sombras más oscuras del callejón, haciéndole atravesar una tablas podridas que tapiaban las ventanas de una casa abandonada. Un lastimero aullido de dolor se escucha alejándose del combate. Gorlav, ha sufrido suficiente castigo y abandona la lucha.


"Por desgracia, Brutogg, en su ansia por castigar a ese despreciable ser, se ha adentrado demasiado, no tiene ningún compañero cerca y de pronto se ve rodeado por una horda de pestilentes cadáveres, que Gorlav ha lanzado contra él, para cubrir su retirada. Un mar de cuerpos sepulta al noble bruto, que aunque logra quitarse alguno de encima, lo hace entre aullidos de dolor, mientras los demás, no paran de inflingirles numerosas heridas".


"Qualatis, toma posiciones detrás de Robert, usándolo como bastión, comienza a lanzar una rápida sucesión de flechas, hasta agotar su carcaj. Logrando acabar con dos zombies y dejando otro seriamente herido.

Robert se lanza dispuesto a terminar con los últimos zombies, que continúan infligiendo castigo a su compañero, logrando abatirlos y darle un respiro al maltrecho ogro. Tras lograrlo, un terrorífico aullido, que hiela la sangre de los aventureros, se escucha avanzando en su dirección, Robert avanza unos pasos y se interpone en el camino de lo que sea que avanza hacia ellos".



Y así finaliza el cuarto turno. Han sido dos turnos muy difíciles, que han puesto a prueba el temple de nuestros aventureros. Obligándonos a reaccionar a todo lo que nos ha lanzado la IA del juego y haciendo que perdamos nosotros la iniciativa. En ese punto, somos conscientes que se nos agota el tiempo, hemos abatido nuevos líderes de grupo, pero estamos en una situación compometida, con la maga y el ogro heridos, perdiendo activaciones cara al nuevo turno. Así que tomamos la decisión de aprovechar el respiro que nos brinda haber despejado nuestro camino y acelerar el paso hacia el punto de escape... Por desgracia, una nueva pesadilla se perfila en nuestro horizonte cercano.

Turno 5:

Hetairoi nos habló de una persona, que ha dedicado mucho tiempo a jugar y ampliar durante estos últimos meses Cursed City. Introduciendo nuevos enemigos, cambiando perfiles y añadiendo mecánicas. Os dejo aquí un enlace a su magnífico trabajo, por si queréis echarle un ojo:


"Con la mandíbula apretada y el escudo elevado, protegiendo todo su cuerpo y la espada lista para ser usada, Robert permanece inamobible. Atravesando un muro de piedra sólida, una aparición espectral se lanzó sobre ellos".


Brutogg es el primero en activarse, nos pusimos de acuerdo, para que pudiera curarse todo el daño que le habían infligido en el turno anterior.

"Una vez que se sacudió el aturdimiento por la paliza recibida, Brutogg se lanzó contra la nueva amenza espectral, que estaba siendo bloqueada por Robert. En una sucesión de rápidos golpes, logró inflingirle un par de daños a la Doncella Espectral.

 
Por fortuna, el ogro se colocó junto a Robert, taponando completamente el estrecho callejón, pues desde las sombras, un borrón veloz de sombras se abalanzó sobre ellos, un Vyrkos con forma lobuna, saltó sobre los dos fornidos defensores. Interponiendo su recio escudo, el caballero logra rechazar todos los ataques de la feroz bestia, que añaraba con sus garras y trataba de sobrepasarlo lanzando dentelladas tratando de alcanzar el brazo del escudo para arrancárselo y poder lanzarse contra su cuello.


Aprovechando que el ataque pierde impulso, llega el turno de devolver el ataque. Robert empujó con fuerza el escudo, golpeando, una, dos, tres, cuatro veces con el ambes del escudo logrando herir al Vyrkos, lanzándolo varios pasos hacia atrás, momento que aprovecha para recuperar su posición en un intento de no romper la formación defensiva, guardando su último aliento, por si hiciera falta usarlo".

Tras agotar tres activaciones, decidí guardar mi última activación, pues justo detrás del Caballero, le toca el turno a Cleona, la hechicera, que va a tratar de desatar su hechizo, que puede afectar tanto al Vyrkos, como a la dondella espectral y hacerlos desaparecer de un plumazo.
 

"Cuando Robert recupera su posición, Cleona lanza el hechizo que había estado preparando y conteniendo, para evitar herir a su compañero. El Vyrkos recibe el grueso del ataque, tanto es así, que huye con su pelaje chamuscado, desprendiendo un nauseabundo olor a carne quemada, buscando un lugar en el que lamerse sus heridas. Pero la Doncella Espectral, no sufre ningún daño, momento que aprovecha para tratar de desatar su ira contra sus enemigos. Pero Robert que aún no ha bajado la guardia, lanza una estocada con el filo de su espada, logrando traspasar a la Doncella y rompiendo el conjuro que la unía a ese plano existencial".
 

"Qualathis, aprovecha para recuperar todas las flechas que puede de camino, aprovechando que está despejado, avanza en dirección hacia el cementerio, que deben atravesar nuestros héroes para alcanzar el punto de extracción. Aún debemos de atravesar el último trecho, antes de llegar a él y Qualathis, es nuestra punta de lanza en esa huída desesperada".
 
Por desgracia, el reloj de llegada de la noche ha ido corriendo en los finales de fase y estamos a punto de que ésta nos alcance. Tenemos a varios aventureros tocados y aún debemos emplear al menos dos o tres turnos en lograr huir de allí.

Turno 6:
 
 "La elfa, continúa liderando el rápido avance, y cuando se topa con un fantasma que está comenzando a materializarse echa mano de las escasas flechas que ha logrado recuperar y comienza a lanzarlas una detrás de otra, inflingiéndole cuatro heridas.
 

Siguiendo de cerca a Qualathis, el caballero, aprovecha que la nueva aparición fantasmal está gravemente herida, sin detener su apresurada carrera, suelta un poderoso mandoble, acabando con el enemigo. 


Colocando el escudo por delante, Robert continúa corriendo y accede al recinto del cementerio, estampándolo contra una horda de esqueletos que acababa de materializarse delante suyo. Tal es su empuje, que dos esqueletos salen disparados, convertidos en un revoltijo de huesos y placas de armadura".


Cleona y Brutogg se ven rodeados por un vórtice espectral, que les aprisiona y les impide avanzar hacia el punto de salida. Por suerte, entre ambos, logran romper las fuerzas que permiten que la horda espectral permanezca materializada, tras acabar con ellos, continúan avanzando para unirse en la retirada con el resto de sus compañeros".

 
"Robert mantendría la posición, despejando el camino para que sus compañeros pudieran alcanzar el punto de extracción, que por fin estaba al alcance de la mano. En ese momento, unas manos surgieron del suelo del cementerio y lograron derribar al Caballero, tratando de arrastrarlo para enterrarlo y sepultarlo en vida"
 
Justo cuando parecía que todo estaba encaminado, en el último suspiro del turno, una horda de zombies cercó al Caballero, causándole dos heridas. 


Turno 7:

"Pero no todo está perdido, Robert, no se rinde, se revuelve contra sus atacantes, se desembaraza de su pesado escudo y asiendo con dos manos su espada, lanza un barrido demoledor, que acaba con todos los zombies que le rodean y el líder esqueleto que aún permanecía en pie. En un último acto de furia, destrozó de un mandoble, la tumba que permitía que nuevos necrófagos fueran invocados".


"Nueve líderes de unidad habían sido invocados, aún quedaba uno más por abatir, si queríamos cumplir los diez líderes vencidos. Cleona en su retirada se topa con el Duque Necrófago y uno de sus esbirros, así como unos esqueletos que se alzan en su camino. La maga no duda y desatando todo su poder, logra inflingirle 6 heridas al Duque, dejándolo a tan sólo una de ser eliminado y con su última activación se retira, ya que no podría acabar con tantos enemigos.


Brutogg, acude en ayuda de su compañera, y en una demoledora carga, acaba con el Duque Necrófago y su escolta.


Sin frenar ni por un segundo, se lanza contra el líder esqueleto y su secuaz, barriendo al líder con despreocupación. 


Por fin habíamos derrotado los diez líderes de unidad, ahora podríamos abandonar la caza con el objetivo completamente cumplido".

Turno 8:

"El sol está bajo en el horizonte, las sombras se extienden por la Ciudad Maldita, pero un ruido conocido sobrevuela las cabezas de nuestros héroes, todos lo reconocen, la nave Kharadron ha llegado a la hora acordada. Aullidos y arrastrar de cadenas comienzan a acercarse desde todas direcciones. No hay tiempo que perder, es el momento de subirse a la nave y abandonar aquel oscuro lugar.
 
- Hora de marcharse, gritan desde la nave -

Cleona, ve todo desde pejado y en una rápida carrera, gasta todas sus activaciones en huir, llega hasta el punto de extracción y se encarama a la escalerilla que le lanzan desde el aerobajel".
 

"Brutogg es el siguiente, abate al último esqueleto y animado por los gritos de sus compañeros, emprende una veloz carrera, que le permite subir a bordo de la nave. La mitad de la compañía ya está a salvo. Ahora le toca el turno a Qualathis de llegar al punto de extracción".

"Y cuando parecía que todo estaba resuelto, la rueda del destino, gira en nuestra contra..., Qualathis, la elfa está a punto de comenzar su activación, para abandonar Ulfenkarn, pero de pronto se topa con el Capitán de La Guardia, que en un demoledor ataque, le inflinge tres heridas y le deja trabada en cuerpo a cuerpo, impidiendo que pueda retirarse. Para complicar aún más las cosas, surge una bandada de murciélagos que rodean a Qualathis".

                                      

"Robert, que estaba esperando a que todos sus compañeros abandoran Ulfenkarn, antes de abandonarla él, se siente atraido por los gritos de terror de Qualathis. Sin pensárselo dos veces, se lanza de cabeza hacia el lugar del que proceden los gritos. Al llegar allí ve a su compañera rodeada de enemigos y logra acabar con dos peanas de murciélagos, despejando el camino para que su compañera, seriamente herida, pueda en el siguiente turno tratar de abandonar la ciudad".

Turno 9:

"Qualathis, sangrando por el costado, se sujetaba con una mano la herida.

- Sal de aquí -, gritó Robert, viendo que su compañera apretaba los dientes, dispuesta a vender caro su pellejo, antes que acabaran con ella.

La elfa dudó, pero vio la determinación en la mirada de su compañero, o salían los dos de allí o no lo haría ninguno de los dos. Con su carcaj vacío y empuñando su espada corta, sabía que no podría aguantar mucho.

- Ahora o nunca -, y con una finta, se separó del Capitán de la Guardia y echó a correr en dirección al punto de extracción.

Tan sólo tenía que aguantar una activación enemiga más y podríamos acabar con aquella aventura, pero las cosas aún tenían que complicarse un poco más. Dos esqueletos fueron convocados y se lanzaron contra Robert, que se vio abrumado frente a tantos enemigos y no pudo evitar recibir tres heridas, que le quitaron dos activaciones. Así que aunque me hubiera gustado quedarme y hacer puré a aquel grupo de enmigos, sabía que estaba en la cuerda floja, no me podía permitir el lujo de gastar todas mis activaciones luchando contra mis enemigos, pero al menos me permití el lujo de lanzar un último y demoledor ataque, acabando con dos de los esqueletos que me acababan de herir. Aprovechando el hueco dejado por sus enemigos, se volvió y abandonó aquel combate.


Resoplando y con un sabor a cenizas en la boca, por tener que huir de un combate, corrió hacia la escala, mientras sus compañeros desde las alturas, disparaban todo lo que tenían, para mantener a ralla a los enemigos que le pisaban los talones. Con un último esfuerzo, se agarró a ella y pudo ver como el suelo se alejaba, mientras la nave se elevaba hacia el cielo".

¿Qué puedo decir que no hayáis leido hasta ahora?. Ha sido un auténtico placer y un verdadero disfrute poder participar en esta maravillosa partida. Ha estado llena de emoción, con momentos épicos y de tensión extrema, en los que veíamos cómo se nos podía escapar la partida de las manos.

Ésta partida la jugamos para calentar motores, coger las dinámicas de juego, sobre todo aquellos que aún no habían probado el juego. Nos habían lanzado un reto, avanzar en la campaña y trata de cazar al Vargskyr... . ¿Queréis saber qué tal nos fue...?, en breve os podré contar qué tal nos ha ido.

Buena caza y largas lunas.
 
 

9 comments:

  1. ¡¡¡Madre mía!!!
    Puta maravilla de informe, leñe!!!
    Bueno ya dicho y repetido, un verdadero placer formar parte de esa partida y echar el sábado de la mejor forma posible!!!!

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    1. Ha sido una partida épica e inolvidable. Jugar así es una verdadera delicia, con un juego divertido, una compañía estupenda y unas minis y tablero preparados con es mimo. Me siento afortunado, de haber podido participar en esta estupenda partida.

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    1. Thank you very much, Hetairoi did a great job with the Cursed City game and it was a real pleasure, being able to be in that game.

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  3. Menuda maravilla de partida. Esas minis, ese tablero... es que vaya pasada. Y veo que lo pasateis de vicio, me ha encantado la narración. ¡Fantástico todo!

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    1. Está claro que ahí faltabas tú, así que habrá que buscar hueco a la vuelta de verano, para organizar una quedada y jugar a lo que sea. Así lo vivirás de primera mano.

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  4. Hay un fallo importante en tu narrativa, en este parrafo
    "Robert, que estaba esperando a que todos sus compañeros abandoran Ulfenkarn, antes de abandonarla él, se siente atraido por los gritos de terror de Qualathis. Sin pensárselo dos veces, se lanza de cabeza hacia el lugar del que proceden los gritos. Al llegar allí ve a su compañera rodeada de enemigos y logra acabar con dos peanas de murciélagos, despejando el camino para que su compañera, seriamente herida, pueda en el siguiente turno tratar de abandonar la ciudad".
    No fue asi. Lo que la elfa dijo exactamente fue "hijosdeputa!!! Volved ahora mismo a echarme una mano, cabrones!! Os recuerdo que tengo las llaves de la nave!"
    Me acuerdo perfectamente de como se reian el ogro y la maga desde el ascensor

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    1. Si hacemos caso a la versión de Tonijor, que pudo verlo todo desde una posición privilegiada, pues Brutogg, su personaje, estaba subido al barco Kharadron y lo vio todo, lo cierto es que Qualathis se entretuvo cogiendo florecillas y se le echó la horda enemiga encima…😋

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