Hoy toca presentar una unidad, que de momento, no tiene perfil para jugar en AoS. A pesar de todo, he decidio hacerle un hueco en mi cola de pintura, para poder darme el gustazo de pintarla. Se trata de la Catapulta lanzagoblins, una unidad icónica, que los jugadores goblins, seguro que recuerdan con una gran sonrisa, cada vez que funcionaba como era debido.
Realmente, no creo que vea mucha mesa, como mucho, lo hará en alguna partida amistosa. En ese caso, tendré que negociar con mi oponente el perfil y los puntos que otorgamos para poder usarla. Tal vez una solución, sería usar el perfil de la ballesta pesada de los Mandamaloz, o el gigantesco escupegarrapatoz.
Tengo que dar las gracias a Toni y Hetairori, ya que fueron ellos los que localizaron esta maravillosa mini y me la hicieron llegar. Y es que a pesar de que pueda no ver mesa, cada instante que le he dedicado, ha sido una verdadera gozada. Ha sido un capricho nostálgico con el que no contaba, pero cuando se ha presentado la oportunidad, no la he dejado pasar.
"Ziemprecorto ya tenía todo el equipo puesto. Él mismo se había encargado de repasarlo antes de ponérselo. Había pasado toda la noche encerando las alas, repasando las ramas que iba a usar para darle forma a sus alas. Las cuerdas las eligió una a una, buscando aquellas que no tuvieran ningún corte extraño... . Era muy conciencudo con su equipo, ya que el menor error a la hora de montarlo, o de ajustar las diferentes piezas, podía provocar que las alas se desmoronasen en medio del vuelo, lo que provocaría un accidente fatal.
Pero si algo podía asegurar por encima de todo, la supervivencia al lanzamiento de aquel proyectil humano, en el que le habían convertido, era sobornar adecuadamente a los tipejoz que se encargaban de hacer el lanzamiento. Éste era su quinto lanzamiento y hasta ahora, todos se habían quedado muy cortos o habían salido tan desviados, que acabó planeando hasta aterrizar, sin acercarse al enemigo, o sufrir el menor percance. Por eso estaba tan tranquilo, todo el tiempo que pasaba entre batallas, lo dedica a bajar a las cavernas más profundas, para conseguir los mejores hongos para crear una cerveza de hongos realmente fuerte. Él mismo elaboraba su propia cervez casera y se encargaba de regar bien los gaznates de los servidores de las catapultas lanzagoblins, para ganarse su favor. Ellos se los agradecían, lanzándolo con una absoluta falta de interés para lograr impacto alguno.
Desde luego, había superado todos los estándares de supervivencia en ese tipo de unidades. Tanto era así, que entre los lanzadores y los pobres desgraciados que eran escogidos como proyectiles humanos, comenzaron a llamarlo Ziemprecorto, por su tendencia a no lograr impactaqr nunca contra los blancos fijados por los mandos.
Con suficiencia se subió al gigantesco tirachinas, lanzando sonrisas complíces a su alrededor, sabedor de que aquel lanzamiento, iba a ser tan desastroso, como todos los anteriores. Aunque en esta ocasión, notó algo que comenzó a crearle una enorme inquietud. Los lanzadores no le devolvían las sonrisas, mantenían la mirada baja o esquivaban las suyas.
- Nurk..., psssst, Nurk, ¿ze puede zaber qué oz paza...?-
Pero Nurk no contestó a su pregunta. Otra voz rasposa a su espalda, entre carcajadas lo hizo.
- Hoy por fin te convertiraz en Tirozertero, ja, je, ji, jo, ju..."
Ziemprecorto volvió la cabeza y pudo ver a aquella sucia babosa de fango de Fezmento, un maestro cervero goblin que se la tenía jurada, pues no podía soportar que nadie dijera que su cerveza, no era la mejor de Colmillo Roto... Con un grito de desesperación, trató de desembarazarse de las alas y saltar del tirachinas gigantesco, pero los nudos los había atado él mismo a conciencia y no se podían deshacer. El mecanismo estaba ya preparado y Fezmento descargó el pesado mazo, haciendo que éste saltase y lanzase a su último rival por los aires.
Con una sonrisa de satisfacción se volvió hacia los lanzadores.
- Ezta noche, beberéis hazta perder el zentido...-
Aquel día terminó la leyenda de Ziemprecorto, aunque sus destrozadas alas, adornan desde entonces las paredes de la cervecería de Fezmento, para que nadie olvide nunca, que nadie debe intentar usurpar su posición como Maeztro Cervezero".
El modelo de la catapulta lanzagoblins continúa siendo a día de hoy una verdadera preciosidad, muy divertido de pintar y trabajar. El conjunto es una viñeta cargada de pequeños toques de humor, la cara de los pequeños snotlings tirando de la cuerda, el goblin a punto de ser lanzado... . Como me quedaban unos snotlings de la caja de BB que aún no había pintado, decidí integrarlos en la peana que estaba trabajando, para reforzar la imagen de un puñado de snotlings correteando alrededor de la catapulta, dándose órdenes contradictorias unos a otros o haciéndose los locos, para no verse involucrados en algo que pueda ponerles en peligro. Si la vida de un goblin es dura, la de un snotling, bajo el yugo de sus botas, lo es aún más.
Espero que os haya gustado.
Buena caza y largas lunas.
