Ampliando las filas de mis legionarios, toca presentar una nueva unidad de infantería. Como os comenté anteriormente, hay tres Blister diferentes, cada uno de ellos compuestos por 6 modelos distintos. Además, puedes elegir que cada modelo venga con cabezas cubiertas por chapiri o lo hagan con chambergo. Personalmente, a nivel estético me gusta más el chapiri y por eso todas las referencias las pedí con él. Lo bueno es que tienes 18 minis con chapiri y otras 18 con chambergo, que permiten introducir variedad en las unidades.
En esta ocasión me he centrado en los legionarios con chaqueta, que también introducen un buen contrapunto al resto de miniaturas, ya que las demás van en camisa. Personalmente me encanta la postura de la miniatura que está calando la bayoneta.
Respecto a la peculiar uniformidad de esta unidad, hemos de comentar que en sus inicios, los legionarios, vestían con una mezcla de uniformes, ya que no había prendas suficientes para todos los hombres, vistiendo los más de los ellos con el uniforme que portan los soldados de infantería del ejército de Marruecos. Utilizando los sobrantes de otras unidades.
Según las reglamentaciones, el gorro y teresiana, debían formar parte de la uniformidad, pudiendo sustituirse por uno de paja, en los meses de más calor. La guerrera debía ser de Kaki verdoso, con cuello vuelto y bolsillos amplios y prácticos. El pantalón del mismo color, por debajo de la rodilla y abombado, las polainas, de vendas y del mismo color. Los zapatos de color avellana. Correaje, morral, bolsas, etc..., del mismo color que la infantería.. Por último, la prenda de abrigo será un capote - manta.
Rápidamente la uniformidad de La Legión, comenzó a adquirir un estilo muy definido, que sigue siendo la seña de identidad de este cuerpo y que se ha mantenido hasta la actualidad. Sería el Comandante Mayor del Tercio, Adolfo Vara de Rey, quien propuso ciertos cambios en la uniformidad, para imprimirle personalidad y carácter, permitiendo que esta unidad destacase y fuese fácilmente reconocible. En primer lugar, propuso usar el "gorrillo isabelino con borla", que en la actualidad se conoce como gorrillo legionario y más comúnmente como “chapiri”. Debido a los rigores del calor, principalmente en los meses de verano, las tropas cuando salían de misión, durante la instrucción, etc..., comenzaron a protegerse con los "chambergos", sombreros de tela de ala ancha, que se podían doblar y guardar fácilmente. Quedando el gorrillo legionario, principalmente para las guarniciones, la vida en el campamento y actos oficiales.
El correaje de cuero, se sustituyó muy pronto por por otro más ligero y práctico, el denominado "Mills británico", por ser más ligero y con bolsillos más amplios y accesibles. Se consiguió una notable partida de estos correajes a muy buen precio en Gibraltar, excedentes de la I Guerra Mundial y que había formado parte de los uniformes canadiense y belga.
Y por fin, otra seña de identidad de La Legión, la camisa verde de ese color tan característico, era utilizada por deportista, por tratarse de prendas amplias y cómodas, que permitían libertad de movimiento. Se trataba de una camisa con cuello vuelto y amplio, sin abotonadura, que se ponía por la cabeza. Cuando se fue sustituyendo por otra de abotonadura completa, los legionarios, continuaron manteniendo la misma sin cerrar completamente, para continuar la tradición de llevar la camisa parcialmente abierta.
De esta forma, en muy poco tiempo La Legión consiguió adquirir ese estilo tan definido, que le diferenciaba del resto de unidades. Era una unidad de élite, tropas de choque y tanto las tropas amigas, como los enemigos, debían saber que quienes entraban en combate eran ellos. Así infundirían ánimo en el corazón de los amigos y pavor en el de sus enemigos al primer vistazo.
En 1923 se aprueba el uso reglamentario del emblema legionario, iría en dorado y se utilizaría como símbolo de pertenencia o de haber pertenecido a La Legión, como muestra de los servicios distinguidos prestados en esa unidad de combate.
Se eligieron como símbolos para el mismo, la ballesta, el arcabuz y la alabarda, por ser las tres armas principales usadas por los Tercios Españoles que combatieron por el Imperio español de los Habsburgo durante los siglos XVI y XVII
- La ballesta: Primer arma de disparo usada por las tropas españolas durante el siglo XV y principios del XVI, por los antecesores de los Tercios españoles. Era un arma evolucionada del arco, con mayor penetración y más fácil de usar, al no requerir años de entrenamiento en su uso.
- Arcabuz: Arma principal de los Tercios de Flandes, la proporción de armas de fuego en las tropas españolas era muy superior a la del resto de países, ya que los españoles optaron por un uso más agresivo en las doctrinas de combate, buscando crear cortinas de tiradores que se acercasen al combate y acosar desde cerca al enemigo causándole numerosas bajas, mientras se acerque al cuerpo principal de piqueros del Tercio. Rápidamente sustituyó a la ballesta.
- Alabarda: Es un arma asociada al mando, la llevaban los sargentos y encargados de proteger a los mandos y enseñas del Tercio. Es un arma compuesta que valía para tajar, cortar o clavar, dependiendo con qué parte de la misma atacases. Se asocia al mando.
- Corona: Representaba la lealtad y servicio al Rey y la corona, por ser Alfonso XIII un valedor de la creación de La Legión.
Otra de las características de La Legión, es la denominación de sus integrantes como "Caballeros legionarios", (en la actualidad, desde la incorporación de mujeres a esta unidad, el tratamiento es de Caballeros y Damas legionarias). El título de Legionario fue otorgado por Alfonso XIII a todos los integrantes del Tercio, mientras que el de Caballero, fue el propio Millán Astray quien comenzó a utilizarlo para referirse a los hombres bajo su mando. Quedando este tratamiento recogido en las ordenanzas y utilizado a día de hoy.
Buena caza y largas lunas