Con la llegada del verano y el calor, las ganas y el tiempo de coger los pinceles se reducen drásticamente. Así que los pocos ratos que he logrado rascar, los estoy dedicando a pintar pequeñas cosas sueltas, como por ejemplo un puñado de líderes que puedan dirigir mis hordas de pieles verdes. Con la llegada de la nueva versión de AoS, la 3.0, la necesidad de tener un buen puñado de líderes que apoyen unidades, puedan realizar acciones heróicas, usar puntos de mando, etc... Su perfil actual en el juego, no es que sea maravilloso, pero hay que sacarle partido con las nuevas reglas que han llegado.
A la hora de enfocar el pintado de esta miniatura, tenía claro que quería huir de los típicos tonos metalizados, mi horda de Colmillo Roto no se dedica a esconderse entre las sombras. Sus líderes son gritones, malencarados y gustan alardear de ellos, por eso ordenan a los cautivos que tienen en lo más profundo de Colmillo Roto, que cuando forjen sus armaduras, las adornen esmaltándolas con los colores de su reino.
Por ese motivo, los colores elegidos para pintar fueron el rojo, turquesa y amarillo. De esta manera, quedará totalmente integrado con el resto del ejército, aunque por otro lado, tendrá el suficiente empaque como para brillar con luz propia.
"Aztuto se subió a un afloramiento de setas, lo hizo de una ágil impulso, bueno, todo lo ágil que puede ser un goblin enfundado en una pesada armadura de combate. Los artesanos que habían fabricado aquellas piezas no lo habían hecho para él, hasta Aztuto era consciente de que él no era tan importante como para tomarse tantas molestias. Había ido escalando posiciones a lo largo de numerosas batallas, traiciones, complots y puñaladas por la espalda, poco a poco había ido recolectando diferentes piezas de aquella panoplia.
Aún en silencio, levantó su guadaña a dos manos y los regimientos de goblins que se extendían a sus pies agitaron sus armas y comenzaron a gritar, al tiempo que con sus lanzas golpeaban los cantos de sus escudos. Aquella marea estruendosa fue creciendo cada vez más y más, haciendo que los goblins se enfervorecieran aún más. Las esporas de los hongos lisérgicos inundaban el aire, transportados por los garrapatos, los fanáticos y los shamanes goblin, provocando que grupos enteros de goblins se sumieran en el paroxismo.
Aztuto era capaz de medir y comprender esa marea de locura que se apoderaba de sus congéneres, sabía cómo enardecerla, incrementarla y detectar el momento exacto de desatar todo su potencial, esa fina línea entre el furor carente de miedo y duda, que permitía lanzar a los goblins al combate, antes de ser arrastrados por el delirio y sumirlos en un estado de locura, apatía y paranoia que los abocarían a la inacción.
Con otro gesto de su arma, les indicó el camino a seguir, se bajó de un salto del afloramiento de hongos, se bajó la visera y los encabezó hacia el enemigo..., aunque él era capaz de mantener la suficiente cordura, para permitir que la marea enloquecida le fuera adelantando poco a poco, tampoco era necesario que él ocupara las primeras líneas de combate, cuando el infierno se desatara".
Buena caza y largas lunas.
Jaja, es que me encanta. Además has huído de los metales en la ma´scara, que era la decisión fácil, y le has dado mucha más personalidad. Qué bueno
ReplyDeletePues una duda resuelta, el camino elegido es el bueno, huir del típico metalizado y utilizar colores sobre las partes de armadura. Así se refuerza el aspecto de pertenencia a un mismo conjunto. Utilizaré pequeños toque de bronce en alguna parte de armadura, pero lo haré para introducir alguna nota de diferenciación, pero más como excepción, que como norma.
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