Necromunda: Wreckers Orlocks, llegan los saltacúpulas...

 

Toca presentar las nuevas unidades que han recibido los Orlocks, los Wreckers, esos alocados aspirantes a entrar a formar parte de las bandas Orlocks, aunque sea a costa de jugarse la crisma en cada uno de los saltos que hacen con esas mochilas propulsadas que llevan a la espalda.

 

                                   "Chip y Chop lideran un equipo de dos hombres cada uno".

 "Los jóvenes Saltacúpulas permanecían agazapados en lo alto de las chimeneas y tejados de Pozo Negro, en aquellos lugares que sólo se podía acceder con una de aquellas mochilas propulsoras que ellos protaban a la espalda.

Hacía un ciclo y medio que su asentamiento había sido tomado al asalto por aquellos bastardos calvos, sin que nadie hubiese tenido tiempo a reaccionar para defenderse. Ellos se encontraban como siempre, realizando las tareas de reparación y mantenimiento de las estructuras elevadas, cuando quisieron enterarse de lo que estaba pasando, ya era demasiado tarde. Alli arriba bastante tenías con estar atento a no partirte el cuello, así que no solías mirar hacia abajo para ver qué hacían los demás. Cuando Chip se posó en uno de los voladizos y se tomó un respiro, pudo comprobar que algo no iba bien, había gente correteando por el asentamiento disparando a diestro y siniestro. Con grandes aspavientos reunió al resto de sus compañeros

- ¿Qué demonios está sucediendo allí abajo?, no reconozco a esos bastardos, ¿no están asaltando de verdad?.

Chip se encogió de hombros. - No parecen de los nuestros, los trajes que llevan parecen de prospectores mineros, pero desde luego, no vienen con buenas intenciones -.

Los muchachos se notaba que estaban inquietos, todos miraban nerviosos hacia abajo, sin saber qué hacer, eran poco menos que críos, Chip y Chop, eran los veteranos de aquel equipo. Los dos se apartaron un poco y comenzaron a cuchichear.

- ¿Nos lanzamos al ataque?-, preguntó Chop

Chip negó con la cabeza. - Sólo tenemos las herramientas de trabajo, soldadores, remachadoras, llaves inglesas... -. Chip volvió a negar con la cabeza. - Hasta aquí arriba no podrán llegar, esperaremos, observaremos y aprovecharemos cualquier oportunidad que tengamos para joderles la vida -. Mientras decía eso, una sonrisa lobuna comenzó a aparecer en su cara.

El tiempo transcurrió con absoluta lentitud, ordenaron a los chicos que se tumbaran, para evitar llamar la atención y evitar que les dispararan. Los asaltantes, una vez que lograron controlar la situación allá abajo, volvieron su atención hacia las zonas elevadas de Pozo Negro y comenzaron a disparar ráfagas para tratar de derribarles. Así que ordenaron a los chicos que agacharan bien la cabeza y evitaran que aquellos bastardos se llevasen la satisfacción de cazarles.

No paraban de mirar hacia la lejanía, más allá de Pozo Negro, esperando recibir ayuda. Sobre todo desde que vieron a  aquel correo de la Casa Orlock que se dirigía hacia su asentamiento zafarse de la encerrona que trataban de tenderle los asaltantes. Una miriada de motos salieron desde todas direcciones y pensaron que todo estaba perdido..., por fortuna, aquel no era un tipo corriente, era un correo de la Casa Orlock, exprimiendo al máximo su máquina, logró romper el cerco y salir disparando a avisar a otros miembros de su Casa. Por primera vez, desde que todo aquel follón comenzase, vieron la posibilidad de volver a retomar su hogar.

Con mucha calma juntaron todo el material que llevaban encima, remachadoras, lanzas de soldadura, herramientas de trabajo..., con líquidos refrigerantes sacados de las máquinas de las cúpulas, comenzaron a improvisar cócteles molotov que poder lanzar y hacer llover fuego sobre sus cabezas.

Cuando por fin vieron que una nube de polvo se levantaba en la lejanía y cada vez se acercaba más a Pozo Negro, los asaltantes comenzaron a ponerse nerviosos. No habían estado ociosos, estuvieron trabajando sin parar, cargando de mineral vehículos que habían llegado al poco de tomar el asentamiento. A toda prisa cargaron lo que pudieron en los últimos vehículos y los hicieron salir a toda prisa de allí, los prospectores comenzaron a gesticular y comenzaron a subirese a los vehículos. Iban a abandonar el asentamiento, evitando luchar contra la columna de refuerzo Orlock, pero ellos no podían permitir que aquellos desgraciados se retiraran sin que nadie les plantara cara.

Con un brusco gesto, Chip cerró el puño, sus muchachos se pusieron en pie y se lanzaron sin pensar desde las alturas, como furias vengadoras, lanzando gritos de guerra al tiempo que descargaban todo lo que tenían sobre sus enemigos. Tan sólo les respondieron con unas ráfagas aisladas de rifles automáticas, estaban más pendientes de salir huyendo de allí, antes que buscar ajustar cuentas con aquellos niñatos que les estaban golpeando desde las alturas.

Cuando por fin entró la columna de refuerzo Orlock en Pozo Negro, se encontraron con un grupo de sonrientes críos con las caras llenas de grasa y aceite, junto a un puñado de muertos con extraños trajes de prospectores.

Whiskey Jack se masajeó las sienes, le dolía horrores la cabeza, él se había preparado para un combate, ahora tenía un grupo de críos excitados y gritones reclamando su atención y nada sobre lo que descargar su frustración."

No descubriré nada nuevo si digo que las minis son espectaculares. Por ponerles un pero, recalcaré algo que todos sabemos a estas alturas que ocurre en la gama de Necromunda, duplican las matrices que vienen en cada caja. En este caso viene en una matriz un cuerpo de Arms Master y dos de Wreckers, así que aunque la caja te incluye dos matrices completas que te permiten montar dos Arms Master y cuatro Wreckers, las posturas de las minis se repiten. Tal vez no sea tan grave, al no llevar muchas miniaturas de esta caja para tu banda, pero no deja de ser una pena que no tuvieran todas opciones de montaje diferente.

 

Bien es cierto que gracias a la posibilidad de equiparlas con una variedad notable de armas, o de poder ponerlas elevadas como si estuvieran aterrizando de uno de sus saltos, se introduce un poco más de variedad y las minis no se hacen tan repetitivas.

 

Personalmente no me duele un prenda decir que tanto el concepto, como la ejecución de las miniaturas me han encantado. A la hora de montarlas, me he guiado por la pura estética, buscando crear minis dinámicas y con combinaciones de armas llamativas. No tengo claro que en mesa utilice las combinaciones de armas que les he puesto, por ejemplo, una de ellas la he equipado con dos pistolas lanzallamas, que representa una inversión muy elevada en puntos de cara a la confección de una lista, pero estéticamente, me encanta como queda, pero claro, cada una de ellas vale 75 puntos, así que se me va un poco de precio a la hora de hacer listas, dedicar 200 puntos en un Wrecker.

Por darle un poco de variedad, he aprovechado los restos de las matrices del Culto Genestelar, para equipar a uno de los modelos con una pistola Bolter y a otra con una escopeta recortada de mano, al más puro estilo Mad Max. Visualmente me encanta esa pistola de cañones recortados y más cómo queda integrada en la miniatura elegida.

 

Mientras tecleo estas líneas, poco os puedo decir a nivel juego sobre cómo se comportan en mesa, hasta ahora sólo he podido jugar una partida con ellos, por el escenario que jugamos, me dediqué a correr con ellos todo el tiempo, en ese sentido, sí puedo decir que le dan un plus de velocidad a los Orlocks, de lo que andaban muy necesitados. No pude dedicarme a combatir con ellos, ya que no se presentaron oportunidades óptimas para lanzarlos al asalto, así que esa parte aún la tengo pendiente. Reconozco que aunque he mirado las opciones de armas que pueden llevar, más que nada para no poner algo de equipamiento que escape a sus posibilidades, a nivel juego, no salgo de mi grupo habitual de Necromunda y ahí nos permitimos ciertas libertades a la hora de representar armas. Si bien es cierto que tratamos de ser lo más fieles posibles a que cada mini lleve el armamento que representa, sobre todo en tema rifles láser, rifles automáticos, armas pesadas o especiales, en las armas de cuerpo a cuerpo damos un poco más de libertad.

No voy a engañar a nadie si os confieso que tengo unas ganas locas de volver a poner a estos muchachos en mesa y dedicarme a sembrar el caos entre mis rivales.

Buena caza y largas lunas.