Shadespire. Los Fireslayers Hachas Escogidas

Continuando con la serie de partidas que estoy jugando con mi hijo para meterle poco a poco en el mundillo de los wargames, hemos vuelto a jugar a Shadespire. 

Me parece que es una puerta amable de entrada al universo de AoS, se juega con pocas minis, en tablero, con los movimientos limitados y claros, puedes mover “X” casillas con tal o cual personajes, etc…, si bien es cierto que el tema de los mazos de cartas, puede llegar a ser un poco engorroso para él, si partes de una mazo cerrado preparado para jugar y te armas de paciencia, para que se pare, lea las cartas y vea qué usar en cada caso, la experiencia de juego, llega a ser divertida y por lo menos en mi caso, él lo ha disfrutado. 

Tanto es así, que hemos repetido. En esta ocasión, él se decidió por “Los Incursores Raudos”, le gustan los Stormcast, qué le vamos a hacer. De hecho, no puedo reprocharle nada, ya que pintando esa banda, es cuando a mí me dieron ganas de pillar unos pocos Vanguard Hunters para hacer una pequeña fuerza y todos sabéis en qué acabó la cosa, con más de 2.500 puntos de Stormcast pintados. 

Por mi parte, yo opté por “Las Hachas Escogidas”, como os comenté en la anterior entrada en la que hablaba de Shadespire, se trata precisamente de un ejército, que no me llama suficientemente la atención, como para dedicarle meses de pintura y esfuerzo, sobre todo porque se trata de un ejército con muy pocos tipos de unidades diferentes, bastante repetitivas y monótonas, pero que pintar 3 ó 4 modelos es algo que me apetecía. 

Tanto es así, que no me extrañaría que en esta nueva edición 3.0, los Fireslayer y los Kharadorn, no acaben integrados en un mismo Battletome, para compensar las carencias de unos y otros si actúan por separado y compensar la carencia de perfiles que tienen ambos Battletome. Por contra, los Kharadron sí son un ejército que me llaman mucho, por eso tengo un buen puñado de tapones voladores esperando a pasar por el taller de pintado.

El esquema de pintado en este caso, no dejaba mucho lugar a la imaginación, el 70% de la mini era carne, el 20% pelo y el 10% hacha. Todo correcto si hablamos de la evolución de los viejos y entrañables matadores enanos. Por mi parte, no quería caer en pintar las crestas de naranja, sobre todo, porque las barbas ya iba a ir en ese color, así que decidí darle una nota de color a las crestas. 

Espero que os haya gustado la entrada. 

Buena caza y largas lunas.