Refuerzos Trolls Saltariscos.

 

 Hace muchos meses, allá por 2020, pinté dos unidades de Trolls de piedra, en ese momento, no los coloqué en sus peanas, porque sinceramente no tenía nada claro cómo quería hacer esas peanas. Hasta que volví al hobby, hace ya cuatro años, después del parón de la paternidad, no me planteé en serio la necesidad de hacer que las peanas de las miniaturas, sean un elemento central de la propia miniatura. Permitiendo realzar las virtudes de las mismas y tapar parte de sus defectos. Las peanas, además de unificar un ejército y dar sensación de pertenencia a un todo, logran hacerlo aún mejor.

Como en aquel momento, no encontré la inspiración para mi ejército, todo lo que estuve pintando durante 2020 y gran parte de 2021, se quedó sin peana. 

A mediados de 2021, conocí la marca de Gammers Grass, empresa afincada en Portugal, que tiene sus productos repartidos por tiendas del hobby. En Madrid, los he visto en Atlántica y en Goblin Trader. Por probar, cogí uno de sus Set y me puse a hacer unas peanas de prueba, el resultado me gustó tanto, que me pillé varios set más y los he estado usando en los últimos trabajos que habéis estado viendo. 

El concepto que quise usar para mi ejército Goblin, tiene como hilo conductor la montaña del Colmillo Roto. Esta horda de pieles verdes, tiene su hogar en los ricos de una cadena montañosa y en sus alrededores. Por eso me parecía importante, que hubiese piedras, salientes y pequeñas formaciones rocosas repartidas en las peanas. En las peanas de los goblins es muy difícil poder integrar todos esos elementos, ya que trabajamos con peanas diminutas. Por eso, en aquellas que son más grandes, trato de darme el gustazo e incluir multitud de pequeños detalles, que refuercen esa sensación, de la horda descendiendo desde las estribaciones montañosas de su guarida.

Dándole vueltas a cómo iba a hacer las peanas de estos nuevos Trolls, topé con algo que suele ser frecuente, en las unidades, las miniaturas que van en filas posteriores, muchas veces, quedan tapadas por las delanteras. Por eso, aprovechando la idea que tenía de criaturas bajando de los riscos, aproveché y coloqué cortezas de pino en las bases de las miniaturas que iban a ir en la fila trasera de la unidad de Trolls. Representando a las bestias que se encaramaban a las piedras que tenían a su alrededor, para poder lanzar rocas, o saltar sobre las filas del enemigo.

Personalmente, cuando pongo de lado uno de Trolls sobre base plana y otro sobre base elevada, me gusta el resultado obtenido. Las miniaturas quedan perfectamente integradas y permiten contar una historia, imaginarse a esas bestias encaramándose a los sitios, bajando por riscos, etc... Me permite la opción de crear una pequeña viñeta, que dota de personalidad esa unidad concreta.

Por último comentar que tras varias pruebas, llegué a la conclusión de que es preferible, colocar pequeñas cortezas, que no ocupen más de la mitad de la peana. No importa que sobresalgan un poco por los bordes, ya que da más dinamismo y sensación de realidad al conjunto. Lo que sí es importante, es que no sea excesivamente alta la corteza en cuestión, ya que corres en riesgo de crear un mamotreto demasiado grande, que haga que toda la atención se desvíe a esa peana en cuestión.

Espero que os haya gustado la entrada y os pueda servir para animaros a probar nuevas maneras de trabajar las peanas..., muerte a las peanas verde goblin, que debieron quedarse para siempre guardadas en los armarios de los noventa, ja, ja, ja.

Buena caza y largas lunas.