Una vez que las diferentes unidades tienen sus mandos para dirigirles en batalla, liderando con el ejemplo, es el momento de buscar alguien que los coordine a todos, para que luchen con un único propósito. Así que ni corto ni perezoso, me puse manos a la obra, para dejar listos los líderes de la harka rifeña, Borjamed y su escolta personal. Entre el grupo de jugadores, al líder rifeño se le conoce con el cariñoso apelativo de Borjamed, por estar inspirado en el creador del juego y de la gama de miniaturas. A nivel juego, representarán los rangos occidentales de "capitán y teniente"
Las miniaturas son desde luego una preciosidad y tienen mucha personalidad. A la hora de trabajar con ellas, sólo hice una mínima trasformación, arreglar el rifle y el escudo que puede llevar terciado a la espalda, la miniatura que hará las veces de segundo al mando del ejército. En principio, se puede montar con una u otra arma, pero estéticamente me gustaba cómo quedaba con ambos elementos.
Para el estandarte utilicé las banderas que puedes descargaste directamente de la página de Baraka, listas para imprimir y utilizar, sin mayores contratiempos, pues vienen con el tamaño justo para colocarlas directamente, sin tener que andar enredando con las escalas. Algo que es de agradecer.
En la última entrada, nos quedamos en el 4 de agosto, únicamente con las posiciones de Melilla y Monte Arruit en manos españolas, el resto del Rif, se encuentra alzado en armas contra los ocupantes europeos. En un principio, la posición estaba guarnecida por una sección de la primera compañía del regimiento Ceriñola número 42, unos 50 hombres al mando del teniente Antonio García. Se trataba de un muro de unos 500 metros de perímetro, en cuyo interior había un almacén, una pequeña cocina, enfermería y unas dependencias para el oficial al mando de la plaza.
En esos momentos, en su interior había apiñados unos 3.000 hombres, a la dotación inicial de la posición, hay que sumar los hombres que consiguieron llegar allí desde Annual, más los hombres que el general Navarro había ido recogiendo en su retirada. Una parte importante de los mismos, tenían heridas de diversa consideración, pero lo más preocupante eran los víveres disponibles: algunos sacos de arroz, judías y otra legumbres, pero con una clara escasez de agua, para beber o cocinar dichas legumbres. Por si fuera poco, el recuento de municiones era desalentador, apenas tocaban a 50 disparos por soldados.
Pegados a la guarnición, a una veintena escasa de metros, había unos edificios que albergaban una cantina y almacenes, que no fueron derribados en su momento y que ofrecieron una posición ventajosa a los sitiadores, ya que desde allí, acosaron continuamente a las tropas de la guarnición, causándoles continuas bajas por el fuego continuado y por el lanzamiento de granadas y cartuchos de dinamita. Llegando incluso a abrir una brecha en las murallas, gracias al uso de la artillería. Llegando a tener que repeler intentos de entrada a través de la brecha mediante el uso de las bayonetas.
Las conexiones con Melilla se realizan a través de heliógrafo. El general Navarro relata a Berenguer lo desesperado de su situación y si no recibe ayuda, ve imposible abrirse paso a la fuerza hasta Melilla. El teniente coronel Primo de Rivera, que había sido el mando accidental del regimiento Alcántara, encargado de cubrir la retirada de sus compañeros, con las heroicas cargas de las jornadas anteriores, es herido por uno disparo de artillería y tiene que sufrir la amputación de un brazo. Días más tarde, terminará falleciendo de las heridas recibidas.
Berenguer da permiso al general Navarro para que negocio con el Caíd rifeño Ben Chelal la rendición de la posición, después de considerar que la defensa ha sido heroica y lo desesperado de la posición, ante la imposibilidad de monta runa columna de socorro desde Melilla hasta Monte Arruit. Reseñar como ejemplo, que cada vez que tenían que salir a realizar una aguada, las tropas españoles perdían un centenar de hombres durante esa operación entre muertos y heridos. Los rifeños cavaron trincheras en la zona cercana a la misma y desde allí se dedicaban a disparar a placer, entorpeciendo aquella vital labor. varias veces se tomaron las trincheras y parapetos desde los que disparaban los rifeños y otras tantas veces volvieron a ser recuperadas por el enemigo.
El siete de agosto, la posición lleva batida varios días, con continuos disparos de artillería, que van causando numerosas bajas. La guarnición se desangra en cada salida para realizar la aguada y de hecho desde el día cuatro de agosto, todas las salidas son infructuosas, cuestan un elevado número de vidas y no se logra realizar la aguada. El general Berenguer confirma a Navarro que ha mandado emisarios a Abd el Krim y Ben Chelal, para iniciar conversaciones para la rendición de la posición y autoriza a Navarro, para que las inicie él mismo con Ben Chelal. El día 8 de agosto, el capitán Villar de la policía indígena sale para parlamentar con los sitiadores, le conducirán a Axdir y desde allí remite una carta diciendo que inicia negociaciones. Nunca más se recibirá comunicación de Villar, será ejecutado por los rifeños. Posteriormente Abd el Krim, que sentía una gran respeto por ese oficial, devolvería sus restos a los españoles para que lo sepultasen.
El nueve de agosto, en los restos de la destrozada puerta de Monte Arruit, el general Navarro, herido en una pierna, por la explosión de un proyectil de artillería, negocia las condiciones de la rendición de la plaza con Ben Chelal, acordándose lo siguiente:
- Entrega de todas las armas y munición en poder de los españoles, (a aquellas alturas, los soldados apenas contaban con cinco balas por fusil).
- Paso libre hasta las posiciones españolas, escoltados por tropas rifeñas.
- Los heridos más graves, serían dejados atrás al cargo de una guarnición de 50 soldados españoles y del único médico disponible en la plaza. Hasta que las autoridades españolas pudieran organizar la conveniente retirada de los mismos.
A la 13:00 del once de agosto, con los acuerdos firmados por ambas partes la jornada anterior, comienzan a salir las primeras tropas desarmadas. Los rifeños apartan a Navarro y algunos oficiales, así como los soldados que se encontraban con ellos, unos 50 hombres y los llevan hasta las casas y almacenes desde los que habían estado atacando Monte Arruit. acto seguido, comienzan a entrar en el recinto y sin respetar las condiciones pactadas, empiezan a masacrar a los soldados desarmados. Un pequeño núcleo de hombres que aún no habían entregado las armas, al mando del capitán Marciano Valles, encargado de la primera sección de ametralladores, abre fuego contra los rifeños que cargan contra ellos. Tras agotar las escasas municiones que tienen, se defienden al arma blanca, hasta ser masacrados.
Apenas un puñado de hombres logrará salvarse de aquella carnicería, los 50 retenidos por las rifeños y unos pocos afortunados, que a duras penas se abren paso hasta Melilla, desarmados y ocultándose de las patrullas rifeñas. Tres mil soldados han sido masacrados después de entregar las armas. Cuando un mes y medio más tarde, las primeras tropas españoles lleguen a Monte Arruit, serán conscientes de la magnitud de la tragedia, al encontrarse todos aquellos cuerpos mutilados, vejados e insepultos. Aquellos causará una gran clamor en la opinión pública y oleada de indignación y venganza se extenderá entre las tropas españolas, que en los meses siguientes, durante la reconquista del territorio, dará muestras de igual barbarie entre la población y los combatientes rifeños. No habrá rendiciones por uno u otro bando, pues ambos saben que todos los prisioneros serán pasados por las armas.
Es difícil poner una cifra exacta al número total de bajas españolas, se estima que en aquellas fatídicas jornadas, en torno a 9.500 españoles murieron, muchos de ellos cruelmente asesinados después de entregarse a sus captores, así como unos 3.000 rifeños afectos a los españoles. La pérdida de material, si bien no es comparable con la perdidas humanas, también es reseñable, ya que se estima que los rifeños se hicieron con 20.000 fusiles, abundante munición, unas 300 ametralladoras y unos 120 cañones
Entre julio y octubre de 1921, llegan a Melilla 40 batallones de infantería, a Ceuta se envían de refuerzo 12 y otros nueve batallones a Larache. Además de refuerzos de regimientos de caballería, artillería, ingenieros, etc...
En 1923, unos 500 prisioneros españoles serán liberados tras el pago de unos cuatro millones de pesetas de la época, entre ellos se encontraría el general Navarro. Ese año, con la aquiescencia del rey, Alfonso XIII, Miguel Primo de Rivera instaurará una dictadura en España. En 1925, se organizará el que es considerado primer desembarco aeronaval de la historia, en la bahía de Alhucemas, que años más tarde, servirá de referente para el que organice Eisenhower en Normandía en 1944.
En próximas entradas iremos viendo algunos personajes relevantes del periodo, así como el desarrollo del contraataque español para reconquistar el territorio, hasta llegar al desembarco de Alhucemas y la finalización del conflicto en 1927.
Buena caza y largas lunas.
Another part of great looking minis!
ReplyDeleteBest regards
Thank you very much, I am finally reaching the end of this part of the project. Soon it's time to start with their rivals: the Spanish legionnaires
DeletePues de nuevo un trabajo maravilloso. Te estás currando unas minis fantásticas y te está saliendo un proyecto de esos que se guardan en el recuerdo durante años :)
ReplyDeleteSi, seguramente se guarde durante años en el recuerdo…, más que nada, porque eso es lo que voy a tardar en terminarlo a este ritmo, jajaja. Muchas gracias por el apoyo Suber.
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