Partida Cursed City, cortesía de Hetairoi

 En esta ocasión toca hacer una pausa enseñando mis avances con los pinceles, para mostraros la partida que he jugado recientemente a Cursed City. Ante todo, comentar que aunque las fotos y la entrada que estáis leyendo son cosa mía, las hago con el beneplácito del creador de la maravilla que podréis ver a lo largo de la misma.

El creador de esta maravilla de tablero no es otro que Edu, más conocido en redes sociales y foros como Hetairoi. Os recomiendo encarecidamente que no dejéis de pasar por su blog:

http://hetairoiwargames.blogspot.com/

O le busquéis en Instagram como Hetairoi, allí podréis ver infinidad de fotos de sus últimos proyectos, incluidas muchas del tablero y las miniaturas en las que ha estado trabajando para Cursed City. Personalmente es una de las personas que más admiro dentro del wargame a nivel nacional, por encima de todo se trata de una persona estupenda, que no duda en echarte un cable pacientemente con cualquier duda que puedas plantearle a nivel hobbie. En broma le he comentado en alguna que otra ocasión, que al igual que a Spilberg en su día le apodaron "El rey Midas de Hollywood", porque todo lo que tocaba, se convertía en oro, yo le consideraba "El rey midas de los wargames", para entenderlo, como os he comentado antes, pasaos por su blog, que aunque lo tiene ahora un poco abandonado, podréis comprobar como coge cualquier proyecto y le da una vuelta de tuerca, hasta lograr unos resultados realmente espectaculares: orcogros para AoS, sus proyecto de samaruais, el ejército No Muerto, etc... .No sólo tiene un estilo de pintura muy personal, que a mí me encanta, es que no tiene miedo a darle una vuelta a todo, rehacer minis, tirar de cucchilla y masilla verde para que cada mini sea diferente y única.

Pero centrándonos ya en el proyecto que actualmente tiene entre manos, la ocurrencia de rehacer los tableros desde cero, personalizándolos y usando muros de Warcry y del cementarerio de GW para darle más espectacularidad a las partidas, me ha enamorado. Tanto es así, que creo que en cuanto termine con mi eterno proyecto de ejército goblin, pondré encima de la mesa el proyecto Cursed City, para jugarlo con mis nanos.

No contento con rehacer los tableros de cero, también ha querido darle una vuelta de tuerca a sus héroes, en este caso, os mostraré la versión que ha hecho de Emelda y Glaurio:

El trabajo realizado con ese Stormcast, me parece sublime, tanto, que no descarto hacerme una pequeña banda para Warcry, algún juego de escarmuzas o para jugar una pequeña campaña de Sendero a la Gloria a 500 puntos con ese estilo de minis.

Una vez hecha la entrada, para presentaros al personaje y su obra, os pondré en situación. Se trata de la segunda partida que juega esta campaña, en esta ocasión nos reunimos Edu (Hetairoi), Tomás, (Gorgo), Javi (Tuli) y un servidor. Los héroes elegidos para jugar estaban limitados hasta cierto a los que Edu tiene montados, pintados y listos para jugar, ya que Edu es un defensor a ultranza de jugar únicamente con aquello que tiene pintado, lo cual le honra. Por tanto, sólo podíamos elegir entre Emelda la caballeros, Qulanthis la elfa arquera, Glaurio el noble duelista, Octren el nigromante y Cleona la misionera de Sigmar. Edu se decantó por Emelda, Gorgo por Octren, Tuli por Cleona y yo por Glaurio. En la anterior partida, todos los héroes menos Glaurio jugaron, por lo que éste partía sin ninguna calse de mejoras, tesoros, etc... . En las tiradas de fin de fase de la primera partida, en la huída del aerobajel Kharadron, los dados sentenciaron que Radukar estaría en mesa en la siguiente...

Así que Edu se armó de paciencia y se puso a trabajar a contrareloj en Radukar y en un trono digno de él. La partida que decidimos jugar se basaba en un escenario de "Saqueo", en mesa habría doce objetos misteriosos que tendríamos que investigar y revelar, para tratar de recolectar tesoros y piedras del Reino. Según las reglas oficiales de Cursed City, tendríamos que descubrir al menos 10, antes de poder huir, pero jugamos con una variante de las mismas, que permitía huir una vez descubiertos 6 de los objetos misteriosos, algo que de entrada nos pareció interesante, sobre todo si Radukar nos complicaba la vida.

Los héroes bajan del aerobaje y se disponen a entrar en la zona de la ciudad que van a explorar. En mesa como hostiles nos tocó a Radukar, un Kosargi, tres bandadas de murciélagos y el capitán de la Guardia...

Entre los héroes, Emelda comenzó activando, como era nuestro tanque, tanto por la capacidad de defensa, como de ataque que tiene, se lanzó directamente a por el capitán de la Guardia, al que derrotó fácilmente, así como a cerrar el paso a Radukar.

Octren y Cleona avanzaron detrás de Emelda y usando su magia, ablandaron un poco a Radukar, que avanzaba decididamente por aquel flanco

Por su parte Glaurio decidió hacer un Hodor y cerrar el camino al Kosargi que avanzaba hacia sus compañeros, así como a una bandada de murciélagos que se abalanzó sobre él

Con la altivez que le ha caracterizado siempre, Glaurio disparó con Nobleza, su pistola de duelo, contra el Kosargi, inflingiéndole sus primeras heridas y ablandó la bandada de chupasangres. Y aguantó los embites de los murciélagos sin sufrir ninguna herida.

Y así terminó el primer turno, con la tensión por todo lo alto, viéndonos rodeados de enemigos poderosos y esperando a ver en qué orden salían las cartas de actuación de cara al segundo turno y tercer turno, donde todo comenzó a acelarse.

Por suerte para nosotros, Emelda pudo actuar antes que Radukar y logró inflingirle suficiente daño, como para obligarle a retirarse antes de que fuera capaz de atacarnos. Con esa zona despejada, Emelda vino en mi ayuda, logrando a base de fuerza bruta, acabar con los últimos murciélagos y cuando el bestial Kosargi cargó contra ella, usando dados de destino, logró terminar de rematarlo.

Mientras tanto, cleona y Octren comenzaron a avanzar por las salas, explorando objetos y acabando con las alimañas que salían a su paso, aunque comenzaron a recibir sus primeras heridas.

Por desgracia, como uno de los nuevos hostiles, nos salióun Vyrkos Blood Born, que se lanzó contra Emelda, que pudo escapar con apenas unos rasguños. Por suerte yo aún no había atacado y pude emplearme a fondo con él

En los siguientes turnos, pudimos comprobar, especialmente Edu y yo, ya que tanto Gorgo como Tuli han estado jugando parte de otra campaña de Cursed City, que desviarse de los objetivos de la misión y centrarse en acabar con todos los hostiles que aparecen en el tablero, acaba provocando que te empantanes, corra el marcador de la noche y no avances en la consecución de los objetivos. Así que de pronto, nos vimos en el octavo turno, con la noche llamando a nuestras puertas y únicamente cuatro objetos explorados

En esos turnos, como os he comentado, nos enfrascamos en una serie de enemigos que nos fueron saliendo a nuestro paso, Octren y Cleona, por el extremo izquierdo del tablero.

 En ocasiones la situación estuvo bastante comprometida para ellos, ya que aunque los hostiles que les fueron saliendo al paso no eran muy poderosos y usando sus hechizos, fueron acabando con ellos, poco a poco comenzaron a acumular heridas y estados, lo que provocaba que se fueran quedando sin dados de órdenes. Especialmente me gustó el hechizo de Octren, que confundía a los hostiles y les obligaba a combatir entre ellos. La bola de rayos que lanzaba Cleona había que medir muy bien donde lanzarla, para alcanzar al mayor número de hostiles posibles, sin que les alcanzara a ellos.

Mientras tanto Emelda y Glaurio progresaban por el centro del tablero, apareciendo las primeras tumbas de zombies, que nos dieron bastante lata. decidimos no gastar activaciones en acabar con ellas, pues total, ¿qué probabilidad había de que salieran 1 ó 2 en la siguiente tirada...

 A esas alturas de la partida, nos encontramos en un momento clave, Emelda muy tocada, con dos heridas graves y sólo dos dados de acción, tuvo que quitarse de encima aaquellos zombies y usar dados de acción heróica para cuarse algunas de las heridas. Por fortuna, hubo suerte y logró mejorar algo su situación, ya que de lo contrario, se nos hubiera hecho muy difícil seguir progresando sin la fuerza de su espada, que se abría camino entre los hostiles como el cuchillo en la mantequilla. En ese sentido Emelda y Glaurio formaron un buen tandem, mientras Emelda atacaba con contenducencia a los enemigos, Glaurio se dedicaba a ablandarlos con Nobleza a distancia, o bien a realizar su acción especial de cargar y atacar, para acabar con enemigos sueltos, el resto del tiempo, utilizaba los dados de acción en revelar los objetos misteriosos y comenzar a recolectarlos para avanazar en la consecución de objetivos.

En los turnos siguientes, Octren y Cleona pudieron avanzar con más soltura, hay que reconocer que tuvieron mala suerte en la aparición de hostiles, sobre todo porque aunque no eran muy poderosos, no dejaban de aparecer en las habitaciones hacia las que tenían que avanzar, lo que dificultaba que pudieran avanzar si no acababan con ellos antes. Poco a poco pudieron descubrir también los objetos misteriosos que encontraban a su paso y ayudar a hacer avanzar nuestra consecución de objetivos.

                                      

Emelda y Glaurio por su parte estaban algo tocados después de unos turnos de lucha un tanto apurados, con numerosos grupos de hostiles que no paraban de rodearnos

Por fortuna, a aquellas alturas de la partida, ambos grupos estábamos a un par de losetas de alcanzar la salida, con el objetivo cumplido, ya que acabábamos de lograr descubrir el décimo objeto misterioso. Por fortuna Glaurio acarreaba un par de piedras del Reino y una carta de tesoro, mientras Cleona y Octren acarreaban otra carta de tesoro cada uno de ellos. El resto de cartas las tuvimos que ir usando para hacer frente a nuestros enemigos o bien para curar nuestras heridas.

Como nota curiosa comentar que en ese momento de la partida, tuve la mala fortuna de sacar cuatro cartas seguidas de encuentros cada vez que me tocaba buscar un objeto misterioso, lo que provocó que me llevara alguna que otra herida al resolverse los mismos. Por su parte Emelda, no dejaba de hacer lo que mejor se le daba..., aplastar hostiles

Justo en ese momento, la noche nos alcanzó...

Así que sin dudarlo ni un momento, dedicamos el siguiente turno a correr hacia la seguridad del bajel Kharadron

Con tal mala fortuna, que Octren se quedó a puertas de llegar a la zona de salida y un Vurkos Blood Born, apareció de repente, causándole tantas heridas, que le dejó absolutamente sin ningún dado...

Provocando que una magnífica tirada de dados, se fuera al guano..., por no hablar de la carrera que tuvo que pergarse Emelda para sacarle de aquel atolladero... Con el resto de sus activaciones, Emelda retrocedió a la zona de salida y desbloqueó la puerta, permitiendo que Octren usase dados de acción heróica y pudiera salir del tablero salvando el pellejo. Cleona salió justo detrás suyo pisándole los talones.

Por mi parte, con unas tiradas de dados muy buenas y un par de carroñeros cerca, no lo dudé ni por un momento, tocaba lucirse y lograr inspirarme, aunque fuese en el último suspiro de la partida. Y es que sí, después de diez turnos de juego, aún no había logrado hacerlo, ya que la manera más fácil que tiene Glaurio de inspirarse, era acabar con el último miembro de un grupo de hostiles...

 Con una acción de carga demoledora y un disparo a bocajarro de nobleza, logré mi objetivo, acabar con ambos hostiles y poder Inspirarme. Con las dos últimas acciones, salí del tablero.

Dagnai Holdenstock, a los mando de su bajel Kharadron, se elevó por los cielos, soltando una andanada de metralla, lo que provocó que varias decenas de zombies sucumbieran y se redujera en un punto la Influencia de Radukar en la Ciudad Maldita.

Concluiones:

La partida duró unas dos horas y media, por suerte todos teníamos las reglas claras, así que no tuvimos que perder el tiempo repasándolas y una vez que el tablero estuvo montado, directamente nos pusimos a jugar. Disfruté muchísimo de la partida, he de reconocer que el juego me ha dejado enganchadísimo, me parece que tiene unas mecánicas muy buenas. Es verdad que no puedes perder de vista el objetivo que persigues en cada misión, ya que todo se puede complicar rápidamente. Es verdad que aunque no provocamos tiempos muertos, nos tomamos con calma las acciones a realizar, tomar fotos, comentar los momentos más interesantes de cada turno, etc... No permitimos ese lujo, al no tener que parar continuamente a consultar el reglamento. 

Como os he comentado al inicio de la entrada, no puedo hacer un análisis en profundidad del juego, ya que es mi primera partida. Sí os recomendaría que si no habéis jugado nunca, a la hora de organizar vuestra partida de búsqueda, añadáis un par de héroes con pegada, ya que serán los que os puedan ir despejando el camino. Tampoco hay que obcecarse con matar a todos los hostiles que salgan a vuestro paso, ya que turno tras turno, continuarán saliendo más, por lo tanto hay que centrarse en los hostiles que bloquean el objetivo que persigues, dejando a los demás actuar hasta que se interpongan en tu camino.

Finalizar diciendo que el grupo de juego fue todo un acierto, todos nos conocíamos, estábamos familiarizados con las reglas y la partida salió rodada. Sólo puedo decir que fue un lujo poder jugar con ellos y en esa maravilla de tablero.

Por mi parte, tengo claro que en cuanto pueda, quiero ponerme a pintar mi Cursed City, no sé si me meteré en un jardín tan grande como Edu, pero la idea de hacer unos muros para darle más vistosidad al tablero, me ha encantado y como le comenté, se la voy a fusilar vilmente.

Espero que os haya gustado.

Buena caza y largas lunas.