Esta miniatura me venía en la caja de "Souls Wars" y de hecho es la única que he pintado de ella hasta el momento. En un principio tenía pensado continuar pintando más Stormcast, centrándome en la Cámara Sacrosanta, pero lo cierto es que estaba un poco saturado de pintar a los chicos de Sigmar y decidí parar un tiempo, para poder ponerme nuevos retos. Como bien sabéis a estas alturas, ese nuevo reto es el ejército de Gloomspite Gitz que estoy pintando actualmente.
"Los aullidos y gruñidos de los bestiales garrapatos cada vez estaban más cercanos. El sacrificio de sus compañeros, les había permitido ganar algo de tiempo y estar muy cerca de la puerta que les permitiese retirarse hasta Azyr. Aun así, su sacrificio no había sido suficiente, sus perseguidores eran extremadamente rápidos, algo notable, sobre todo teniendo en cuenta que entre los Stormcast, su cámara era conocida por ser la más rápida.
Sin pensárselo mucho, la Knight Incantor se dejó caer hasta el final del grupo que se batía en retirada, era consciente que había que ganar tiempo, mejor que se sacrificase una persona por el bien del grupo.
Los compañeros que iban pasando a su lado, asentían con la cabeza deseándole buena suerte, alzaban sus puños en reconocimiento a su gesto o bozeaban “nos veremos en la Reforja”. Cuando prácticamente el grupo le superó, el Lord Aquilor se detuvo a su lado.
- Valeria, ¿qué se supone que vas a hacer?.
- Nada mi señor, simplemente estoy cansada de correr y me gustaría descansar un poco.
Desde lo alto de la cima en la que se encontraba, el Lord Aquilor se volvió a medias en su montura, forzando la vista pudo llegar a distinguir de nuevo la marea de veloces criaturas que les perseguían. Durante unas horas habían logrado obtener una tregua a costa del sacrificio de sus hermanos, ahora, se volvía a imponer otro sacrificio.
- ¿Estás segura?
- No me gusta que me azucen como al ganado mi señor, prefiero plantarme y luchar con mis condiciones.
El Lord Aquilor asintió, sabía qué quería decir, él sentía lo mismo, le hubiese encantado plantarse allí y lanzarse contra sus enemigos, para descargar la rabia y frustración que le invadía, pero no podía hacerlo, tenía una responsabilidad que cumplir, llevar lo que quedaba de su cámara hasta Azyr.
- Buena suerte Valeria, cuando salgas de la Reforja, estaré allí para recibirte.
- Estoy segura de ello, mi señor -, dijo con una sonrisa irónica. – Me vendrá bien ese tiempo de descanso, después de las últimas carreras.
Cuando el Lord Aquilor picó espuelas, Valeria se dio cuenta de que un puñado de Stormcast permanecían allí con ella: Vargus, Orión, Sísifo…, ella no les había pedido que se quedasen allí, tampoco hacía falta, eran amigos, sabían lo que iba a intentar hacer y por qué, así que tomaron su propia decisión, permanecer al lado de su camarada. Unas lágrimas brotaron por la comisura de sus ojos, era reconfortante verse rodeada por sus camaradas en un momento así.
- Gracias -, musitó con voz queda, embargada por la emoción.
- Tú fríelos pequeña, nosotros nos encargaremos de cubrirte las espaldas y darte todo el tiempo que podamos -, dijo Vargus mientras iba bajando hasta media ladera, junto con la decena de Stormcast que le acompañaban, dispuestos a crear un muro de metal y carne que la protegiera. Valeria avanzó un paso decidida, concentrando todas las emociones que le embargaban en aquellos momentos, fundiéndolos con su poder y alzando la mano al cielo de golpe, convocó el relámpago, haciendo que éste se precipitara desde el cielo en forma de luz cegadora sobre las cabezas de sus enemigos. A aquel primer relámpago, le siguió otro y otro más y otro más, en una rápida sucesión de cegadores destellos, que abrían sangrientos surcos en las manadas de garrapatos. Cada impacto lanzaba por los aires decenas de cuerpos de sus enemigos, provocaba que rocas candentes del tamaño de puños salieran disparadas en todas direcciones causando aún más bajas entre sus perseguidores. Incluso aquellas estúpidas bestias, comenzaban a conocer un sentimiento que jamás hubiesen podido sospechar que llegarían a conocer, el miedo. Cada zancada de avance, les costaba un alto precio a las manadas de garrapatos, Valeria sentía cómo empezaban a titubear y flaquear en su determinación de seguir avanzando, revolviéndose entre ellos o contra sus pastores, por un breve instante y a pesar de notar el cansancio y el desgaste de toda la magia que estaba lanzando, albergó una pequeña esperanza… Entonces comenzó a notar que caían bultos desde el cielos, pequeñas bolas, algunas se espachurraban y estallaban en mil pedazos, otras se levantaban tambaleantes, media aturdidas, antes de ser derribadas por sus compañeros, sin darles tiempo a atacar.
- Por todos los infiernos…, ¿de dónde demonios salen esos garrapatos?. No tuvo tiempo para contestar la pregunta, las manadas de garrapatos se pusieron en marcha de nuevo aprovechando el pequeño momento de vacilación, al tiempo que más de aquellos garrapatos voladores continuaban aterrizando a su alrededor. Ahora la lucha se recrudecía, ya no luchaba únicamente por parar la marea de garrapatos, ahora luchaba también por su vida, tenía que dividir su fuerza entre proteger a sus camaradas y frenar la cada vez más cercana horda de garrapatos que se les echaba encima…"
Aún no tengo claro cuando retomaré este ejército de nuevo, tengo claro que más tarde o temprano, tengo unidades que completar y otras que empezar desde cero. Con lo que tengo de la parte de los Stormcast de la caja de las "Souls Wars", más lo que estoy recibiendo de "Mortals Realms", tengo un buen puñado de miniaturas con las que hacer una Cámara Sacrosanta. Ahora toca buscar el momento para ponerse a ello, aunque de momento, no entra en mis planes iniciar una escalada de pintura Stormcast a gran escala. Cuando termine mi ejército Goblin, me apetece centrarme en algo diferente a lo que he hecho hasta ahora".
Buena caza y largas lunas.
A mí me encanta. Acostumbrado a tanta armadura dorada, ver tus esquemas es una bocanada de aire fresco, me mola.
ReplyDeleteSiempre hay que tratar de huir de los esquemas oficiales. Es más laborioso, porque toca buscar algo que convenza visualmente hablando, dedicarle tiempo a armar un pequeño trasfondo, etc... Pero está claro que merece la pena
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