Una de las miniaturas que más me llamaron la atención cuando quise comenzar mi ejército de Vanguard Hunters, fueron precisamente estas miniaturas, los Vanguard Pallador.
Cuando me planteé pintarlos, me surgieron muchas dudas de qué color usar para las monturas, por eso decidí probar primero con sus primos pequeños, los Gryph Hounds. Una vez que logré encontrar un esquema de color que me gustase para ellos, ya no pude poner más pegas para empezar con las fabulosas monturas Gryph Charge, replican los colores en sus hermanos mayores
Estas miniaturas me parecieron realmente grandes, al menos para lo que yo estaba acostumbrado a pintar, en Fantasy prácticamente no había caballerías monstruosas, al menos no de forma tan habitual como es el caso de AoS. Con el tiempo, he experimentado en mis propias carnes, que aún me quedaba mucho por aprender en AoS y que seguramente, estas monturas tienen un tamaño de anadar por casa en este mundo. Por momentos me frustró mucho montar estas minis, ya que pinté montura y jinete apartes y luego a la hora de pegarlos, me las ví y me las desee para lograr que algunas piezas encajasen sin destrozar el trabajo de pintura previo.
"En el campamento de los Vanguard Hunters, se desató un infierno en cuestión de segundos, apenas unos instantes antes de que todo empezase, los hombres ya se pusieron en alerta, ellos estaban acostumbrados a vivir de aquella manera, en medio de la naturaleza, por eso eran capaces de detectar los más leves cambios en el ambiente, que para los inexpertos pasarían desapercibidos.
Por eso, cuando los gritos de alarma de los centinelas comenzaron a llamar a las armas, los hombres ya estaban listos para entrar en acción. Subotai, unos de los capitanes de la caballería de esa fuerza expedicionaria, reaccionó antes que ninguno, no sin motivo era conocido por sus rápidos ataques que provocaban confusión y desorganización entre sus enemigos. Con un grito convocó a sus jinetes a su alrededor, no esperó a ver si se habían reunido todos, con largas zancadas y paso vivo se dirigió a las estacadas donde descansaban sus monturas. Con unos movimientos rápidos y expertos, puso los arreos a la excitada montura, que notaba la inminencia de la acción. Sin prestar atención a los gritos y ruidos de combate, se centró en comprobar que todo estuviera correctamente colocado, cuando quedó satisfechó, dió un par de tirones de comprobación a las cinchas, montó y taloneó los flancos de su montura al instante. Según salía de la estacada, cogió a la carrera una jabalina estelar, la velocidad de la montura era endiablada y pesar de lo que pudiera parecer, aún no estaba explotando todo su potencial. El ruido de cascos y garras detrás suyo, le indicó que sus hombres estaban con él.
En vez de lanzarse hacia el lugar donde el combate parecía ser más crudo, Subotai condujo a sus hombres en dirección contraria, iniciando un largo rodeo, con la intención de coger a sus enemigos desprevenidos por la espalda."
"Avanzaba con la jabalina apoyada en el hombro, las riendas sueltas y dejando que su montura se moviera por instintos buscando la mejor ruta posible. Él se limitaba a esquivar las ramas que aparecían en su camino. A pesar de lo que pudiera parecer, Subotai no era un loco que se lanzaba sin pensar al combate, nada más salir del campamento, varios de sus jinetes se adelantaron al grueso de su columna, haciendo las labores de exploradores, previniendo cualquier emboscada o encontronazo que pudieran tener con fuerzas enemigas. El resto de sus jinetes avanzaban en grupos de 3 hombres, formando un amplio abanico, que en cualquier momento podía transformarse en un línea de combate o permitir que sus hombres realizaran una veloz retirada si la situación así lo aconsejaba.
Observando el terreno que tenía a su alrededor, pudo percibir a su derecha un resplandor que comenzaba a crecer, proveniente de un fuego que debía estar extendiéndose por su campamento. Algo más adelante el terreno comenzaba a elevarse ligeramente y les acabaría llevando a una pequeña colina, desde la que podría observar qué estaba sucediendo.
Cuando por fin llegó a aquella posición, le bastó un instante para darse cuenta de la situación tan apurada en la que se encontraban. Ríos de antorchas bajaban de las laderas que tenían delante, reflejando la luz de las antorchas en las puntas de las lanzas de los Goblins. Obligándose a volver la vista hacia el lugar en el que se encontraba su campamento, pudo observar como éste estaba rodeado de multitud de puntos de luz, lo que él creía que era un incendio, en realidad eran las antorchas que portaban los pequeños Goblins. Reunió a sus hombres, pudo ver por el gesto serio de sus caras, que todos entendían perfectamente la gravedad de su situación, pero no vió pánico ni terror en sus ojos, tan sólo determinación. Esbozó un plan sencillo, atacar la línea central que en esos momentos atacaba su campamento, abrir una brecha en ella, tratando de desmoralizar a ese grupo de atacantes, para así poder dar un respiro a sus compañeros. Encomendó a uno de sus arban, formado por 3 jinetes quedarse de guardia en aquella cima e informar cuando la nueva oleada de enemigos estuviera próxima a entrar en combate. Otro de sus arban tenía la misión de informar directamente a su general de lo que habían visto, sin detenerse a combatir. Era posible que ya estuviera informado, pero nunca estaba de más cerciorarse. El resto de sus hombres, componentes de su jaghun, le seguirían al combate".
"Las monturas avanzaban a paso vivo entre el impenetrable bosque, parecía imposible que unas bestias tan grandes, portando jinetes tan pesados como aquellos, pudieran moverse a esa velocidad en aquel terreno. El resplandor de las antorchas estaba cada vez más cercano, sin necesidad de decirles nada, las moturas fueron ganando cada vez más y más velocidad, en una carrera que parecía no tener fin. Subotai llevaba las riendas de su montura cogidas con los dientes, en una de sus manos portaba su jabalina lista para lanzar, mentras con la otra empuñaba su pistola.
De pronto comenzó a ver pequeñas sombras encapuchadas delante suya dándole la espalda, sin lanzar ninguna advertencia previa, lanzó su jabalina y comenzó a disparar su pistola tormenta, al tiempo que desenvaina su sable. Sus camaradas formaban una prieta fila a su alrededor, con él en el centro hicieron exactamente lo mismo y un coro de gritos de dolor, miedo y sorpresa se levantó entre las filas de aquellas viles criaturas. No tuvieron tiempo de defenderse, antes de saber qué estaba ocurriendo, fueron barridos por los sables de los jinestes, o los picos y las garras de sus monturas, que en ningún momento perdieron el paso de carga. Por fín había estblecido combate con las filas de la retaguardia, que habían barrido sin problema, aunque los pequeños pieles verdes supervivientes, comenzaron a dar la voz de alarma con sus gong y cuernos. El tiempo del sigilo había terminado, así que Subotai lanzó un feroz grito y sus monturas dieron un salto adelante, ganado aún más velocidad, hasta que pareció como si estas se volvieran etéreas, atravseando troncos de árboles sin sufrir un rasguño, pues sus monturas eran capaces de cabalgar los vientos aetéricos.
Con un rugido de rabia, terminaron impactando contra las espaldas de uno de los numerosos contingentes de Goblins que estaban tratando de organizarse para asaltar a sus compañeros, una lluvia de golpes de sable o hacha descendía contra aquellas despreciables criaturas, numerosas de ellas eran lanzadas por los aires, desgarradas por los zarpazos de sus monturas o simplemente encontraban su final bajo sus cascos, mientras trataban de defenderse con sus lanzas, pero nada parecía detener aquel torbellino de venganza, pues en ningún momento detuvieron su marcha. Con un grito de triunfo, sus jinetes emergieron de los restos de las filas goblins, dejando una estela de muerte y ruína por donde habían pasado.
- ¡Adelante, jinetes del relámpago!. ¡Por Sigmar y la Luz!- gritó Subotai.
- ¡Por Sigmar! -, corearon sus jinetes.
Y continuaron deshaciendo el camino hasta su campamento, mientras abrían un sangriento surco entre las filas de sus enemigos".
Buena caza y largas lunas
Mira que yo no era muy fan al principio de estas figuras, y sin embargo estas consiguiendo que me entren por los ojos, qué bueno todo :)
ReplyDeleteYa sabés que en más de una ocaqsión, si a una mini le generas tu propio trasfondo y la colocas con el fondo adecuado, gana muchos enteros. Te confieso que a mí los Stormcast al principio se me atragantaron un poco, pero cuando sacaron los "Stormcast Cazadores", con las capas ondeando al viento y las monturas que transmiten esa sensación de caballería a la carga, me entraron por los ojos.
ReplyDeleteMe alegro que te gusten