Monday, April 26, 2021

Marea enloquecida, los garrapatos hacen su aparición.

Toca abrir una nueva etapa en mi proyecto de horda Goblin, tras tanto tiempo, por fin toca empezar con la parte dedicada a los garrapatos, o Squig Herd, como ahora se les denomina. Por delante tengo un gran rato, en las proximas semanas trabajaré para dejar listos 30 Squig Herd con sus pantores de garrapatos, 40 garrapatos saltarines, que seguramente monte como una mezcla de 20 Squig Hoppers, (con arma de mano), así como 20 Boingrot Bounderz, (con lanza de caballería). También tengo dos Mangler Squigs y alguna sorpresa más que iré pintando poco a poco. En total tengo por delante en torno a 1.500 puntos y muchas minis que pintar.

"Pinchamucho, el pastor de garrapatoz, trataba de andar con mil ojos, en su corta carrera arreando a aquellas asquerosas bolas de carne y dientes, había visto desaparecer partes de compañeros, incluso algunos completos, engullidos por esas trituradoras de carne. No era raro que entre los veteranos más afortunados, aquellos que llevaban algunas semanas pastoreando garrapatos, tuvieran alguna extremidad de madera o metal. La esperanza de vida en aquella unidad no era muy alta, pero si uno lograba sobrevivir el tiempo suficiente, podría convertirse en un jinete de garrapato, el sueño de todo Goblin, bueno, al menos el de Pinchamucho.

- ¡Chas, chas, chas!-, el sonido de las mandíbulas a su alrededor, abriéndose y cerrándose, chasqueando, le devolvió a la realidad. De un palazo apartó a Peludo, uno de los garrapatos que se arrimó con aviesas intenciones. -¡Ezpérate, zucia bola de dientez!, la hora de la comida eztá cezca-.

Desde que se comenzaron a convocar los regimientos, las manadas de garrapatos comenzaron a ponerse nerviosos, olían la proximidad del combate y eso para ellos sólo significaba una cosa, habría mucha comida que engullir. Los garrapatos eran criaturas insaciables, pues su enorme boca llena de dientes, se unía directamente con su estómago, de hecho la mayor parte de su cuerpo se componía únicamente de esas dos partes fundamentales de su anatomía. El resto de elementos, son simples accesorios: patas, ojos, etc..., cosas necesarias para llegar hasta la comida y poder engullirla.

En realidad, los pastores de garrapatos, aunque ellos mismos no lo sepan, no sirven para otra cosa más que para servir de entremés y entretenimiento de las criaturas que creen estar dirigiendo, mientras llega el momento del plato principal. Pinchamucho era un Goblin poco común, dentro de los suyos, dado a la reflexión y a pensar más allá de las obviedades con las que otros de su raza se conformaban. Por ese motivo, miraba con desconfianza a esas malditas bolas de carne repletas de dientes, es como si detrás de su mirada maligna, hubiese un brillo de malicia, un chiste no contado, del que sólo eran partícipes ellos.

Pinchamucho se había vuelto un experto en supervivencia, así que usaba a los músicos con cachibachez ruidozoz para que llamasen su atención, cuanto más ruido hiceran, más se cabreaban y enfurecían, logrando que toda la atención estuviera centrados en ellos. Platillos, gaitas, gong y tambores, resonaban sin parar, se movían enloquecidos alrededor del rebaño de garrapatos, de vez en cuando, alguno de los instrumentos emitía una nota discordante, dejaba de sonar de forma abrupta, o se interrumpía con un alarido, cuando uno de los músicos se arrimaba demasiado a un garrapato. Más de una veintena de pastores entre pinchadorez y múzicoz habían comenzado a bajar la montaña con aquel rebaño, a esa alturas, apenas quedaban una decena. 

Por fortuna, los enemigos estaban al alcance de la mano, los garrapatos habían oliado su rastro y ahora sólo se interesaban por llehar hasta ellos, Pinchamucho, sólo tenía que seguirles el ritmo y no descuidarse en esos últimos momentos. Con un alarido mezcla de rabia y alivio, lanzó el enloquecido rebañado a la carga".  

 

Después de mucho tiempo dedicado única y exclusivamente a pintar goblins para mis unidades, tocaba empezar con las unidades Squig, esas adorables criaturas que antes conocíamos como Garrapatos mordedores

A la hora de abordar el trabajo de pintura, tenía claro que quería conservar el esquema clásico de los Squig, con el rojo predominante. Eso me creaba un problema, ya que mis lanceros goblins llevan ese color, por ese motivo, decidí que trabajaría con diferentes tonos de rojo y naranja. En algunos dejé como predominante el rojo, en otros el naranja e incluso en algunos, opté por un ligero tono carne. La paleta de color que usé consta de los siguientes colores:

Imprimación Negra

Base: Marrón Rojizo (985)

Pincel Seco 1: Khorne Red (GW)

Pincel Seco 2: Mephiston Red (GW)

Pincel Seco 3: Wild Rider Red (GW)

Pincel Seco 4: Troll Slayer (GW)

Pincel Seco 5: Carne Mate

Lavado: Seraphin Sepia (GW)

En función del tono que quisiera obtener, incidía más en un color, o saltaba al siguiente. Espero que os haya gustado la entrada. En las próximas semanas, continuaré ampliando los Squig, ya que tengo que pintar 30 en total, así como los pastores de garrapatos que los acompañan.

Buena caza y largas lunas.

2 comments:

  1. Me encanta, qué buenos. La varidad de tonos de piel es todo un acierto; no son monocromo, pero tampoco son un festival de colorines. Justo en su punto, lo has clavado, enhorabuena.

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  2. Justo ese era mi temor, liarme a mezclar colores y acabar en la fiesta del daltónico. He visto gente que preparaba unidades mezclando amarillos, azules, verdes, etc..., por separado, eran garrapatos muy bien pintados, pero juntos distorsionan el resultado final, siempre para mi gusto, por supuesto. Por eso opté por acotarlo todo en torno a un par de colores complementarios y jugar con ellos. Me alegro que te gustase

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